A Dance of Three Mighty Gods [ENG -ESP]

Hello, friends of the CineTv community.
It’s a pleasure to respond to this challenge related to Favorite Movie About Time
Can you imagine being a young girl who meets a middle-aged man in the woods near your home?
That man becomes your friend and shares stories of his life.

Later, when you’re a grown woman, the same man —now 20 years younger—appears at the library where you work. You’ve known him forever, though he doesn’t recognize you. You mention your shared secret, sparking a romantic relationship...
This is how the conflict begins for Clare (Rachel McAdams), the protagonist of the sci-fi romantic drama The Time Traveler’s Wife, based on the novel of the same name by Audrey Niffenegger.

The film is filled with dramatic twists and poignant moments as it explores love, family intimacy, and genetic illness through a fantastical lens that heightens these struggles. The reason? Henry (Eric Bana) is a "time traveler," but not by choice. His ability stems from a genetic anomaly he cannot control.
You can imagine how this shapes their marriage.

Among the most emotionally charged scenes is the couple’s first romantic encounter, which doubles as their first date.

Claire (with the wide, starry-eyed 😍 gaze that actress Rachel McAdams brings to the role), unable to hold back, gently caresses Henry’s face. She’s overjoyed, having known him her entire life, and is mesmerized to find him so “rejuvenated.”

He, flustered by her sudden intimacy, murmurs, “Could we pretend, just for a minute, that this is the first time we’ve met?”

In real life, it’s unlikely for a beautiful woman to approach you, thrilled and even enamored, claiming to know every detail of your existence. Yet, thanks to the film’s fantastical premise, this moment feels believable and becomes a brilliant example of dramatic irony.

Equally unforgettable is when Henry, during one of his leaps into the past, encounters his mother in the subway—a woman he lost as a child. The restraint in his voice as he speaks to her like a stranger, complimenting her musical talent, is utterly heartbreaking. He cannot confess the harsh truth: that she will die young, and that he suffers from a condition that allows him to jump through time.

Deeply knowing someone and sharing their existence; revisiting loved ones long gone; jealously guarding a family secret (shared only with a doctor and a close friend)—these experiences tugged at the finest threads of my sensitivity as a viewer. They also offered the aesthetic pleasure of what Alejo Carpentier called "the marvelous real." ("lo real maravilloso")

There are other pivotal scenes, of course—as with any classic, this film sustains an emotional rhythm that never falters. But the examples above are enough to cement it as a masterpiece of literature and cinema, one that sets into motion a circular dance among the three great gods that define our lives: Eros, Chronos, and Death.

EN ESPAÑOL

Una danza de tres dioses enormes

Hola, amigos de la comunidad CineTv.
Es un placer responder a este desafío relacionado con tu Película favorita sobre el Tiempo.

¿Te imaginas que eres una niña y conoces a un hombre de mediana edad en un bosque cerca de tu casa?
Ese hombre se convierte en tu amigo, te cuenta sobre su vida.

Luego, cuando ya eres una chica, el mismo hombre, pero esta vez con veinte años menos, aparece en la biblioteca donde trabajas. Lo conoces de siempre, aunque él no te reconoce a ti. Le comentas acerca del secreto compartido, comienzas una relación romántica...
Así comienza el conflicto de Claire (Rachel McAdams), la protagonista del drama romántico de ciencia ficción titulado La esposa del viajero del tiempo, basado a la novela homónima escrita por Audrey Niffenegger.
Hay varios giros dramáticos impresionantes y momentos conmovedores a lo largo de una trama que aborda la intimidad amorosa, familiar y la enfermedad innata, desde una perspectiva fantástica que intensifica dichos conflictos. La razón es que Henry (Eric Bana) es un temponauta pero no por voluntad propia. Su condición de viajero del tiempo se debe a una anomalía genética que le resulta imposible controlar.
Ya pueden imaginar ustedes cuánto afecta este hecho a la relación matrimonial.
Entre las escenas más emotivas que aporta este enfoque fabuloso se destaca el primer encuentro amoroso de la pareja que deviene una primera cita.

Claire (con los ojazos de fascinación emoji 😍 que le aporta la actriz Rachel MacAdams), sin poder contenerse, acaricia el rostro de Henry. Está muy alborozada porque le conoce de toda la vida, y le resulta fascinante haberlo encontrado tan "rejuvenecido".
Él, cohibido ante la repentina intimidad de la muchacha le dice "¿Podríamos fingir, solo por un minuto, que esta es la primera vez que nos encontramos?"
En la vida real es bien improbable que una chica hermosa se acerque a ti alborozada, incluso enamorada, demostrándote conocer todos los detalles de tu existencia. Pero gracias al enfoque fantástico del filme el hecho descrito sí resulta verosímil y constituye un ejemplo brillante de ironía dramática.
Es tambien memorable cuando Henry, en sus diversos retornos al pasado, encuentra en el metro a su madre, a la cual perdió a temprana edad. La contención con que le habla como si fuese un desconocido, halagándola y admirándola por sus dotes musicales, resulta tremendamente desgarradora, pues él obviamente, no puede confesarle la cruda verdad: que ella va a morir joven y que él padece una anomalía que le permite dar saltos temporales.

Conocer profundamente a una persona y compartir su existencia; revisitar a los seres queridos ya muertos, guardar celosamente un secreto familiar (solo compartido con el doctor y un amigo muy íntimo), son experiencias que tocaron las más finas fibras de mi sensibilidad como espectador; además de proporcionarme el disfrute estético de lo que Alejo Carpentier llamó "lo real maravilloso".
Hay otras escenas importantes pues, como todo clásico, este largometraje mantiene un ritmo emotivo que nunca decae. Pero basten las mencionadas arriba para atesorarle como una gran obra de la literatura y el cine que consigue poner a bailar en círculos a esos tres grandes dioses que definen nuestras vidas: Eros, Cronos y La Muerte