¡hola, hola, queridos amantes del buen cine y la televisión! Meses sin pasearme por aquí, la verdad es que las ocupaciones me han dejado con poco tiempo libre para poder disfrutar de una buena película, y ni que decirlo de una buena serie, y aunque he visto un par de buenas tramas en estos últimos meses, hablar por aquí de ellas, no me había sido posible, sin embargo, no podía dejar pasar por alto, esta película del cine venezolano, que antes de hablar de ella, no soy muy amante del cine de mi país, pues sin darle muchas vueltas al porque, odio en sobremanera, la cantidad de groserías que se pueden llegar a escuchar en una película venezolana, y es probablemente esta razón, por la que han sido contadas las veces que he decidido ver una de estas, pero, no podía dejar de ver Simón, la película más galardonada y nominada en festivales de cine, de producción venezolana de los últimos tiempos.







Hace rato tenía ganas de verme esta película, pero no fue hasta la semana pasada que tuve el tiempo libre para hacerlo, y de entrada les cuento que es una película que me arranco unas cuantas lágrimas, principalmente por los temas que tocan, y que conozco de cerca casos como el de Simón. Simón, aunque es una película de producción venezolana, fue grabada en Miami, principalmente por razones políticas, pues este tipo de contenido fílmico no sería posible crearlo en nuestro país; tocando un tema tan delicado como fueron las protestas del 2017, en la que se vivió una represión brutal y que marcó un antes y un después para muchas personas, principalmente para los jóvenes estudiantes que se vieron envueltas en las mismas. Es probable que esta sea una de las razones principales por las que esta película es capaz de arrancarle unas lagrima hasta al más fuerte.









Dirigida por Diego Vicentini, un joven venezolano que estudio cine en Estados Unidos, y viendo los hechos acontecidos en las protestas suscitadas entre 2014 y 2017, creo un primer cortometraje con el mismo nombre, Simón, y que, en vista de la gran aceptación tuvo, se propuso crear esta cinta en donde relata la historia de Simón, personaje principal de la trama, e interpretado por el actor, también venezolano,Christian McGaffney, quien a mi parecer hizo una excelente interpretación, no es de mis actores favoritos de mi país, sin embargo, hay que aplaudir su trabajo. Aquí podemos ver de primera mano, lo que ha sido la historia de muchos de los venezolanos que tuvieron que salir de Venezuela y pedir asilo político en Estados Unidos, aunado a ello, nos relatan los traumas con los que este chico tiene que vivir, luego de haber sido torturado por las fuerzas policiales del gobierno.







Tenemos como actor debutante a Roberto Jaramillo, que interpreta a Juancho, el amigo inseparable de Simón, ese que se convierte en la voz de su conciencia, y con el que sin duda verán escenas bastante emotivas, este joven, había sido conocido hasta su debut en Simón, como un “influencer” de Instagram, representando así una sorpresa para todos, y con una actuación, magistral, aunque, lamentablemente no todo fue bonito con Juancho, pues, fue el quien más groserías dijo a lo largo de la trama, pero, y dándole un punto a favor, este es el léxico utilizado por la mayoría de los adolescentes, entonces, viéndolo desde ese punto de vista, lo supo hacer bien. Otra de las actuaciones magistrales de la película, y es que, de este actor no podíamos esperar menos, pues ya tiene una amplia trayectoria actuando en cine y televisión, y estoy hablando del gran Franklin Virgüez, quien interpreto al Coronel Lugo, un coronel que sembraba terror incluso en sus propios subordinados y que según la trama, fue quien comando las torturas brutales de las que fueron víctimas estos chicos de la película.







Si bien es cierto que la película en su inicio indica que está basada en hechos reales, indagando, la historia per sé de Simón, es ficticia, ahora bien, los hechos sucedidos en ese periodo de tiempo, fueron reales, y fueron muchos los muchachos que murieron bien fuera en las protestas, como también por culpa de las torturas a las que fueron sometidos, y motivo por el cual, cesaron las mismas, en esta película se hablan temas políticos bastante marcados, y creo que no necesito recalcar, que se evidencia la inclinación detractora al gobierno del actual presidente, que se deja ver en la trama de la misma. Mas allá de la trama política, está el tema migración, y las vicisitudes que muchos migrantes tienen que pasar al salir de su país, muchos ni siquiera imaginan, como puede ser la vida que llevan estando lejos de casa, y aquí podemos ver apenas un ápice de lo que puede ser, siendo que Simón, dentro de todo, fue un muchacho con suerte.

Debo decir que, apartando la cantidad de palabras obscenas, típicas del venezolano, que se escuchan a lo largo de la película, fue una trama que logro atraparme y conmover hasta las lágrimas, como lo mencione anteriormente, no soy fanática del cine venezolano, lo sé, lo sé, soy una vendepatria jajaja, pero esta película realmente me gustó mucho, mas allá de tocar un tema tan reciente en la sociedad venezolana, por la buena actuación de los que trabajaron en ella, es una película que te mantiene atento a los acontecimientos, con un buen desarrollo de la mayoría de los personajes, aunque siempre nos quedamos con las ganas de saber un poco más de uno que otro personaje, pero, en líneas generales le doy a esta peli un 8/10.