La plebe [Sexto episodio de la segunda temporada de La Casa del Dragón] - Crónica de la soledad...

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#MAX y #LaCasaDelDragon han lanzado uno de los mejores episodios de la temporada. Un episodio muy denso, ya no se explora en los personajes, sabemos en qué línea van cada uno. No hay que hacer muchas distinciones, los actores brillan enormemente en su faceta y ahora mismo la guerra está estancada.

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Aemond Targaryen (El Tuerto) que arrastra los traumas, los resentimientos y los rencores de las humillaciones de su infancia, está siendo un regente nefasto, sin tino político y absolutamente misógino. Como decía, la guerra está estancada, el bando verde mató a la jinete más experimentada y el dragón más grande de los negros, pero Rhaenyra Targaryen sigue en Dragonstone, con un reclamo serio por el trono y con apoyos. Ergo, la muerte de Rhaenys no ha puesto a los verdes firmes en el trono y no ha hecho que Rhaenyra olvide su disputa real.

Los negros, no están en diferente posición, los aliados en tierra no son suficiente para un enfrentamiento con las tropas que han reclutado los Hightower, Lannister, Baratheon, entre otros; las heridas de Aegon sólo han servido para que otro hombre ocupe su lugar, el único éxito que hasta el momento han tenido de forma pragmática ha sido el bloqueo de la capital.

Ante una guerra estancada, y cada bando decidiendo que el siguiente golpe sea el definitivo, la población de la capital del reino (la tercera ciudad más poblada del continente) sufra la escasez alimentos, la avaricia y el encarecimiento y la usura. Pero, el pueblo observa perplejo que sus gobernantes procuran alimento abundante para mantener a los dragones y como para los descontentos "rumores son alimento", se han empezado a combinar rumores de todo tipo. El mal presagio de la cabeza de dragona paseando por las calles, "festines" en la fortaleza roja, con todo tipo de manjar, mientras que la ciudad lo único que se encontraba era pescado y cada vez menos, carne roja para los dragones y las inevitables comparaciones con las épocas de Viserys... que tal vez se hubiera mantenido así si la legítima heredera ocupara hoy el Trono de Hierro.

Alicent

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La Reina Viuda, ha estado transitando un camino muy amargo. Ha sido echada a un lado cuando el trono es verde gracias a ella. Su incapacidad para conectar con su prole, la ha hecho merecedora del desdén de los mismos y el que más la ha necesitado, nunca ha obtenido de ella, algo bastante parecido al desprecio. De hecho el hijo que más ha defendido fue el tuerto, por quien estuvo a punto de apuñalar a la heredera. Sea como fuere, para bien o para mal, los verdes le deben su posición ahora a su madre. Pero, el regente no soporta verla en el consejo y la relega a funciones más domésticas, quitándole de un plumazo el poder que se había ganado a pulso.

Es una mujer sin refugio y amargamente sola. Consciente de su error y prácticamente resignada al desastre porque no puso en sus hijos la semilla de la amabilidad, como ella misma ha de reconocer. Se hace constantemente introspección y se reprocha lo mala madre que ha sido, sin remedio no le queda otra alternativa que refugiarse en los dioses que siempre usó como excusa para su doble moral.

Pero, sea como fuere, el poder que la facción verde de la casa Targaryen tiene momentáneamente, se lo deben a Alicent Hightower.

Rhaenyra
De una forma diferente, la Reina Negra, es también una mujer sola. A diferencia de los verdes, ella tiene que lidiar con la misoginia en su consejo y la inutilidad en la que la obligan a estar porque ella es la corona y si le pasa algo, todo habría sido por nada. Entonces se encuentra en una encrucijada, lo la dejan hacer nada pero le exigen soluciones.

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Su hijo, Jacaerys, se impone con mucha severidad con su madre y haciendo alarde de su machismo insiste en que Daemon es fundamental para la guerra, pero ella es la reina, es una esposa abandonada y una regente sin muchas alternativas, no debería depender de un hombre cuyos mayores complejos están atados al destino de ella. Rhaenyra lo reconoce, siempre le había servido a los propósitos de su marido y en cuanto al trono, sus propósitos no son los de ella (y eso queda claro en la trama de Daemon, que sigue vagando entre las culpas y las cosas que se reprocha en su vida, ya no es un canalla, es un humano con remordimientos y conciencia).

Aegon
Es quizás el personaje cuya evolución ha sido más sublime y tal vez el mas incomprendido por el fandom. Él creció con la certeza de no heredar el trono, por tanto no se preparó para ello, era irresponsable, despreocupado, entregado a vicios y placeres. Creció carente de afecto y empatía. De pronto, se encuentra en una situación que nunca esperó: coronado como rey de los siete reinos. Él nunca se sintió usurpador, su madre y su abuelo, lo convencieron de que era tan merecedor del trono que su padre, el Rey, en su lecho de muerte cambió la sucesión. En su coronación, encontró en la plebe el afecto que nunca recibió de su familia.

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Coronado, Aegon, el segundo con el nombre, intenta gobernar con algo de empatía e intentando ser útil al pueblo que lo ovacionó en Pozo Dragón, pero en esa empresa se tropezó con la realidad de su poca preparación para el cargo y sus desatinadas decisiones en el contexto que se cernía sobre el reino. Tuvo hijos y se volvió un padre abnegado, feliz de su descendencia. Hasta que su hijo y heredero no fue decapitado, él no había entendido que estaba en guerra. Su enojo, su dolor incomprendido y su frustración lo convirtieron en ser amargado y lleno de ira. Su evolución ha sido truncada por su madre, por su abuelo, por su guardia real, por su hermano.

Es un hombre solo, un hombre al que le dieron una responsabilidad que no quería, que sabía que no merecía, que entendía que no recaía en él, pero al que no le dejaron claro, que lo necesitaban sólo como decoración. Es un rey sin reino. Es un rey sin autoridad. Es un rey sin consejo y lo que es peor hoy es un rey sin familia. En el episodio se ha podido notar la soledad y el dolor de este personaje que ha fracasado en el intento de demostrar que podría hacer algo valioso de lo que le obligaron a tomar y que su propia familia, los que le dieron el trono, no sólo le quieren quitar la corona, sino hasta la vida. Aegon vive la soledad de su cautiverio.

La Plebe
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Los plebeyos en la capital, han sido confinados a los muros de esta por orden del regente. El descontento crece porque la corona no es capaz de suministrarle los medios mínimos para satisfacer las necesidades más básicas y en ese caldo de cultivo, la reina Rhaenyra por consejo de Lady Mysaria hizo un acto magistral que hace que entre en ebullición y el pueblo a la vez de aclamar a la legítima heredera ataque de forma feroz a los usurpadores representados en los dos eslabones más débiles: la reina y la reina viuda.

La escena es frenética, angustiosa y pone en el primer plano a uno de los personajes más importantes en la guerra por el trono: Los plebeyos. Los que sufren las consecuencias de las rencillas de los poderosos, cuyas pérdidas nadie llora y nadie venga, y así de fácil, los verdes tienen un frente abierto que es muy difícil de apaciguar en un futuro inmediato porque las amenazas de los negros, aunque no son tan determinantes como se creen, constituyen un punto de atención.

La guerra
El norte se acerca al sur, el Gaznate está sitiado por una flota que no tiene rival, Harrenhall está virtualmente tomado por los negros y en el Dominio la casa Beesbury se ha levantado en armas contra los Hightower por la muerte de su señor a manos de Ser Criston Cole en el consejo verde en uno de los acostumbrados desatinos de este despreciable personaje.

Las huestes de los verdes están diezmadas tras la batalla de Reposo del Grajo y ahora deben controlar una creciente revuelta en una ciudad que la han sitiado sus propios gobernantes, entre todo esto, la gente aclama a Rhaenyra y la reina busca como activar las mayores armas de guerra que poseen los Targaryen y decantar definitivamente la balanza.

Apreciaciones
El episodio, sabiamente vuelca su mirada a los efectos de la guerra sobre las personas que menos le importa quien gobierne, siempre que gobierne bien. Es una mirada a los efectos que tiene sobre muchos el conflicto de pocos y cómo se puede aprovechar ese descontento para ampliar la presión sobre uno de los bandos.

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La dirección es soberbia, nos ha dado planos hermosos, movimientos de cámara que han hecho sentir al espectador dentro del conflicto, sobre todo en la secuencia de la revuelta y el ataque a la monarquía, ha sabido incrustar en la narrativa una dosis esencial de manipulación de las masas y cómo se gesta una guerra de forma indirecta logrando la desestabilización necesaria para que el enemigo actúe de manera apresurada y sin estrategias.

Las actuaciones han sido sobresaliente al menos, mención especial de nuevo para Emma D'Arcy, Tom Gleen-Carney, Olivia Cooke, Matt Smith y Sonoya Mizuno.

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La música estuvo inmejorable, los temas se han vuelto más bélicos como preludio de la guerra total que se siente ya en cada rincón de Poniente. Hemos escuchado temas tradicionales como Las lluvias de Castemere y El vestido verde degenerar en tonos mas perversos y pesimistas...

Un capítulo genial, de lo mejor que hemos visto en esta temporada, que en mi opinión se perfila como una temporada magnífica..



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