Todos deben elegir: Trailers de la segunda temporada de la Casa del Dragón

Bajo el lema: Todos deben elegir la franquicia estrella de HBO (El Universo de Canción de Hielo y Fuego) vuelve a las pantallas después de casi 2 años de su estreno en el año 2022.

Un poco de contexto:
La Casa Targaryen, lleva más de un siglo en el trono. Un reino que ellos edificaron y un trono que ellos construyeron, un pueblo y una oligarquía que fue domesticada a fuego y sangre. Luego del Conquistador, Maegor, Aenys, Jaehearys y Viserys, se habían sentado en el trono y hace poco lo hizo Aegon II, hijo del Rey Viserys I con Lady Alicent Hightower en una conspiración que destronaba a la legítima Heredera nombrada por el Rey, su primogénita Rhaenyra (La delicia del Reino).

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La casa Targaryen es la casta dominante, además de los monarcas poseen una conexión única con criaturas devastadoras y temibles como los Dragones, hay más de 20 bajo su dominio y ahora claramente hay dos bandos enfrentados y sólo uno tiene razón.

Además de la incipiente misoginia que subyace en las obras del tipo medieval, la ambición es parte del motivos que condicionan un enfrentamiento que marcaría para siempre el destino del reino y de la familia más grandiosa del mundo.

Como bien es sabido, los Targaryen casan hijos e hijas (tíos con sobrinos), hermanos con hermanas con la intención de mantener la sangre pura, desde la conquista, ninguna familia no asociada con los Targaryen (es decir, la familia consorte) había sentado uno sus vástagos en el Trono de Hierro, de hecho es, precisamente el Rey Jaehaerys quien incentivó y permitió tal apertura para con otras familias del reino y hacer que los Tragaryen fueran más cercanos a sus súbditos, el que un Rey con madre Hightower se sentara en el trono de Hierro significaba una cuestión de honor contra la Casa del Dragón.

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Los Targaryen no eran oriundos de Poniente, sin embargo conquistaron la tierra y se hicieron reyes, haciendo de los moradores ancestrales de aquel continente fueran sus súbditos, les quitaron a cada rey (siete en total) sus poderes, relegándolos a meros señores feudales, siempre que hayan hincado la rodilla, otros simplemente fueron borrados de la faz de la tierra en las guerras de la conquista. Por tanto, que una ponienti se desposara a un rey Targaryen y su hijo se sentara en el trono, era volver a tomar lo que algún día fue de ellos. Una venganza. Una retaliación, aderezada con el dulce sabor del poder.

Por ello, la guerra que está por iniciarse, enfrentará a la misma familia en dos bandos: a la legítima heredera, mujer, traicionada y puesta en desventaja y al usurpador, cuya única ventaja es tener un pene entre las piernas y el respaldo de una familia poderosa y astuta y en ambos extremos, armas de destrucción masiva como los dragones y en el fragor de las batallas comprobarán que el poder no es fuerza, que la fuerza no es justicia y que la justicia rara vez es justa. Una familia muy cercana a los dioses que se volverá mortal a fuego y sangre.