Reseña: Días Mejores // Review: Better Days

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Hola querido hiver.

Hasta hace poco había perdido la costumbre de ver series y películas. Es una actividad con la que me ocurre igual que con la lectura de libros: lo hago por temporadas, solo cuando me engancho con algún título que me llega de verdad y me enciende la chispa de la emoción.

Eso es lo que me sucedió cuando empezaron a retransmitir en abierto por una cadena nacional de televisión la serie que reseño aquí: Días Mejores. Los dos primeros capítulos me dejaron con ganas de más, así que investigué un poco y en seguida descubrí que la tenía disponible en Amazon Prime Video. Lo mejor es que... ¡sorpresa! La serie tiene una segunda temporada y todavía no la he comenzado. Así pues, en esta publicación me referiré en exclusiva a los 10 capítulos que forman la temporada uno.

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La trama gira alrededor de cuatro personas que asisten a una terapia de duelo. Además de la psicóloga, todos comparten el haber perdido hace poco tiempo a sus respectivas parejas. Los conflictos no resueltos en vida se mezclan con los sentimientos de culpa, la incapacidad de gestionar la nueva situación vital y el miedo de no saber cómo continuar adelante.

La psicóloga es Soledad (Blanca Portillo), que monta las sesiones en el salón de su casa. Su estilo es directo y sarcástico, lo que en ciertos momentos trae risas que restan dramatismo a las escenas. Sin embargo, ella es la primera que en su interior debe sanar las heridas que no te explico para no hacer spoiler.

La siguiente protagonista es Sara (Marta Hazas), una médico de urgencias cuyo marido falleció por muerte súbita al jugar un partido de fútbol. Ella y su hijo contemplaron la escena desde la grada y, a pesar de los esfuerzos por revivirle, Sara no pudo salvarle.

El trío femenino se cierra con Graci (Alba Planas). Es una joven que vive en Madrid con un par de amigas y lejos del pueblo de sus padres. Su novio murió por leucemia. Cuando supo que tenía cáncer, congeló esperma y Graci le prometió que lo utilizaría para ser madre si ocurría el fatal desenlace.

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Por otro lado tenemos a Enrique, aunque le llaman por el apellido, Pardo (Erick Elías), cantante de una banda de rock mexicana que no ha madurado, pero que se fue de España dejando atrás dos hijos y a su madre, limitándose a enviar dinero para la manutención, pero que jamás ejerció como padre con ellos. Al morir la madre por un accidente, él se encuentra con dos adolescentes que le rechazan.

El grupo se completa con Luis (Francesc Orellá), un empresario de éxito que ha perdido a su mujer y que ahora no sabe cómo hacerse cargo de sus tres hijas ni de su propia vida. Recurre al alcohol para calmar su sentimiento de culpabilidad.

Las sesiones transcurren y son la excusa para mostrar las historias de cada personaje, tanto presentes como pasadas. Poco a poco se forma un grupo en el que las situaciones de unos sirven de ayuda para otros, pasando a que sus vidas se mezclen fuera del lugar de sus reuniones.

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En cuanto a las interpretaciones destaca por méritos propios el trabajo de Blanca Portillo. Es una actriz fabulosa que ha recibido numerosos reconocimientos, todos ellos merecidos. Encaja bien tanto en papeles cómicos como dramáticos, por lo que en esta serie se luce de sobras ya que pasa por todos los registros.

De Marta Hazas y Francesc Orellá puedo decir que cumplen con lo que prometen. Son actores que están bastante encasillados, he disfrutado de ellos en otras series y sus interpretaciones son creíbles, pero poco más allá. Por otro lado, Erick Elías y Alba Planas eran dos desconocidos para mí y mi opinión es que están a la altura de los anteriores, lo que me parece un buen mérito.

Pese a que el argumento central es un tema duro y emocional donde los haya, se trata la muerte con delicadeza y respeto. No hay dramas innecesarios ni exageraciones, aunque necesitarás los pañuelos en cada episodio. Me gustó mucho porque retrata situaciones que hemos pasado o tendremos que hacerlo en el futuro, sin dulcificarlas y de forma creíble.

Además de contar con algunos puntos de comedia que hacen llevadero el drama, el mensaje de esperanza que brinda la serie es que los vivos, los que se quedan, deben continuar adelante por ellos y por quienes siguen aquí. Eso reconforta y hace que termines esbozando una sonrisa en medio de las lágrimas, algo que se agradece y que sirve de liberación. En resumen, te la recomiendo.

Para que termines de convencerte de verla, te dejo el trailer oficial:

Me despido hasta la próxima publicación. Mientras tanto, ¡cuidate!

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Hi, dear hiver.

Until recently I had lost the habit of watching series and films. It's an activity that happens to me in the same way as reading books: I do it seasonally, only when I get hooked on a title that really touches me and switches on the spark of emotion.

That's what happened to me when the series I'm reviewing here began to be broadcast on national television: Better Days. The first two episodes left me wanting more, so I did some research and soon discovered that it was available on Amazon Prime Video. The best thing is... Surprise! The series has a second season and I haven't even started it yet. So, in this post I will exclusively refer to the 10 chapters that make up season one.

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The plot revolves around four people attending bereavement counselling. In addition to the psychologist, they all share the fact that they have recently lost their respective partners. Unresolved conflicts in life are mixed with feelings of guilt, the inability to manage the new life situation and the fear of not knowing how to move on.

The psychologist is Soledad (Blanca Portillo), who conducts the sessions in her living room. Her style is direct and sarcastic, which at certain moments brings laughs that detract from the drama of the scenes. However, she is the first one who has to heal the wounds inside herself, which I won't explain so as not to be a spoiler.

The next protagonist is Sara (Marta Hazas), an emergency doctor whose husband died of sudden death while playing a football match. She and her son watched the scene from the stands and, despite efforts to revive him, Sara was unable to save him.

The female trio closes with Graci (Alba Planas). She is a young woman who lives in Madrid with a couple of friends and far from her parents' village. Her boyfriend died of leukaemia. When she found out he had cancer, she froze sperm and Graci promised her that she would use it to become a mother if the fatal outcome occurred.

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On the other hand we have Enrique, although he is called by his surname, Pardo (Erick Elias), singer of a Mexican rock band who has not matured, but who left Spain leaving behind two children and their mother, limiting himself to sending money for their support, but who never acted as a father to them. When his mother dies in an accident, he finds himself with two teenagers who reject him.

The group is completed by Luis (Francesc Orellá), a successful businessman who has lost his wife and now does not know how to take care of his three daughters or his own life. He turns to alcohol to calm his feelings of guilt.

The sessions take place and are the excuse to show the stories of each character, both present and past. Little by little, a group is formed in which the situations of some are of help to others, and their lives become intertwined outside the place of their meetings.

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As for the performances, Blanca Portillo's work stands out on its own merits. She is a fabulous actress who has received numerous awards, all of them deserved. She fits well in both comic and dramatic roles, so in this series she shines in all registers.

As for Marta Hazas and Francesc Orellá, I can say that they deliver what they promise. They are actors who are quite typecast, I have enjoyed them in other series and their performances are credible, but little more than that. On the other hand, Erick Elías and Alba Planas were unknown to me and my opinion is that they live up to the previous ones, which I think is a good merit.

Despite the fact that the central plot is a tough and emotional subject, death is treated with delicacy and respect. There is no unnecessary drama or exaggeration, although you will need your tissues in every episode. I liked it a lot because it portrays situations that we have been through or will have to go through in the future, without sugar-coating them and in a believable way.

As well as having some comedy points that make the drama bearable, the message of hope that the series provides is that the living, those who remain, must carry on for them and for those who are still here. That's comforting and makes you end up smiling through the tears, which is appreciated and serves as a release. In short, I recommend it.

To convince you to see it, here is the official trailer:

I bid you farewell until the next publication. In the meantime, take care!

Notice: Everything published in this post is of my authorship, except for the elements in which I give credit to its author/s. Therefore, in case of plagiarism or dissemination without my permission, I will exercise my copyright if I deem it appropriate.
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