"Once upon a studio"... (2023) review: A beautiful celebration of a beautiful century.

Finally, "Once upon a studio" was released, a short created by Walt Disney with the purpose of celebrating the company's 100th anniversary, thus bringing together all the most prominent characters of the animation division, from long-lived icons such as Mickey, Snow White or Goofy, to another that we usually associate with more contemporary films like Bolt or Chicken Little.

In just 4 minutes, Once upon a Studio stands as an emotional celebration, where we will all find a point of nostalgia to cling to in the mouse house.

His greatest merit? Not only have the ability to include so many characters (over 500) in a time frame, but also allow them enough space to shine and expose their recognizable personalities, while retaining their voices, their animation style and the way they move. .

Here the shortness of the special works in its favor (Considering that there is not enough time for us to notice possible inconsistencies), but everything works harmoniously with each other.

Many of us could take an extremely cynical position with a short like this, considering the multiple controversies that Disney has been involved in over the years, or the bitter state the animation industry finds itself in due to the exploitation of their workers.

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However, it is easy to put aside all these criticisms, accepting that regardless of our tastes and our age, it is very likely that Disney is part of our lives, either because it represented the first time we saw drawings come to life in Snow White in 1937. , because we suffered with the death of Mufasa in 1994, or because Maui made us sing in 2016.

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Finalmente se estrenó "Once upon a studio", un corto creado por Walt Disney con la finalidad de celebrar el aniversario número 100 de la compañía, reuniendo así a todos los personajes más prominentes de la división de animación, desde íconos longevos como Mickey, Blancanieves o Goofy, hasta otro que solemos asociar con flmes mas contemporáneos como Bolt o Chicken Little.

En tan solo 4 minutos de duración, Once upon a Studio se erige como una celebración emotiva, en dónde todos vamos a encontrar un punto de nostalgia al que aferrarnos en la casa del ratón.

¿Su mayor mérito? No solo tener la capacidad de incluir tantos personajes (más de 500) en un margen de tiempo, sino aparte permitirles suficiente espacio para brillar y exponer sus personalidades tan reconocibles, reteniendo sus voces, su estilo de animación y la forma en la que se mueven.

Aquí juega a su favor lo corto del especial (Considerando que no hay suficiente tiempo como para que notemos posibles incongruencias), pero todo funciona armónicamente entre si.

Muchos de nosotros podríamos tomar una posición extremadamente cínica con un corto como este, considerando las múltiples polémicas en las que Disney ha estado envueltas a lo largo de los años, o el estado amargo en el que se encuentra la industria de la animación debido a la explotación de sus trabajadores.

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No obstante, es fácil dejar de lado todas estas críticas, aceptando que independientemente de nuestros gustos y nuestra edad es muy probable que Disney formata parte de nuestras vidas, ya sea porque representó la primera vez que vimos a unos dibujos cobrar vida en Blancanieves en 1937, porque sufrimos con la muerte de Mufasa en 1994, o porque Maui nos hizo cantar en el 2016.