En primera instancia, lo que más me llamó la atención de la película fue su hermosa fotografía; misteriosa y tenebrosa, como la trama de la película, también muy detallista al enfocar los planos, resaltando los colores sombríos y pesimistas del entorno. Junto a estos elementos, emerge la música y los efectos de sonido; en el primer acto, a pesar de que sientes una ligera ansiedad, el ‘plost twist’ libera su adrenalina y devora por completo el instante de calma. Es allí cuando estamos adentrándonos a la verdadera naturaleza del thriller.

El personaje protagonista, interpretada por Maika Monroe, me pareció tanto enigmático como exasperante, pero no en un mal sentido, sino que toda bruma de misterio que la envolvía me estimulaba un bramido de ansiedad algo latente. Su actuación fue espectacular, colocando esa personalidad introvertida al personaje, que te hace preguntarte: “¿Qué carajos pasa con esta chica?”

Hay tres actuaciones que fueron excepcionales para mí, y podría agregar una más mientras hago este análisis. La primera es de la ya mencionada Maika Monroe, la cual no destaco por ser la protagonista, sino que hizo un excelente trabajo con este papel. La segunda (obviamente), es el ya muy aclamado Nicolas Cage por su papel como Dale Cobble (Longlegs), el antagonista de esta historia. Aunque el personaje estuvo más que acorde para que lo interpretara Cage, el trasfondo que le colocó y los elementos que le añadió gracias a los recuerdos que tiene de su propia madre, concretaron ese toque especial con el que hizo arte con este personaje.

La tercera actuación a destacar; y esta es por mucho la que más me impresionó más adelante en la película, fue la de Alicia Witt como Ruth Harker, la madre Lee Harker. Este personaje es aún peor de misterioso y le da la vuelta a su narrativa de una manera espectacular. A simple vista, se ve como una mujer con un aparente problema mental, pero al profundizar más en ella, encuentras a una persona que parece sostener un terrible secreto que la ha convertido en una mujer fría y extraña.

Añadiendo uno más en la lista de mis actuaciones destacadas, colocaremos a Kiernan Shipka como Carrie Anne Camera, la única sobreviviente conocida a los asesinatos de Longlegs. Si bien, no es un personaje que aparece mucho dentro de la trama, su historia fue impactante dentro de la película, y creo que Kiernan, colocando su estilo particular, pudo darle un poco de jocosidad sin dejar de ser espeluznante. Sinceramente me sorprendió un poco encontrarla en una película como esta, puesto que siempre estoy acostumbrado en verla en papeles juveniles de comedias de terror con humor negro. Sin embargo, nuestra querida ‘Sabrina’ demuestra que puede hacer un buen trabajo en el entorno que esté.

Por otra parte, la participación de la banda sonora en esta película es más que destacable. En este elemento estuvo a cargo Zilgi, seudónimo utilizado por Elvis Perkins (el hermano del director de la película, Osgood Perkins), que junto con Eugenio Battagila, Melody Carrillo y Elizabeth Wight, desarrollaron el sonido para la atmosfera, el cual me gustó mucho; aunque estuve más pendiente de la fotografía y los efectos de sonido estridentes dentro de los diálogos más importantes del film.

Aunque su narrativa no parezca la más “convencional”, se va desenvolviendo muy bien a lo largo de la trama. La historia va lenta, por lo que no es para personas que no son tolerantes a este tipo de narraciones, pero si no eres de esas personas que se atascan en eso, podrás saborear con tus ojos el festín de la intriga. Me parece que la historia estuvo muy buena al mismo tiempo de cómo se desarrolló. Moría mucho por verla, especialmente durante su campaña de marketing, la cual fue idéntica a la que le otorgó el éxito a The Blair Witch Project (1999), utilizando el código cifrado que se ve dentro de la película; aquel que claramente es una referencia al famoso “Asesino del Zodiaco”, uno de los casos sin resolver más conocidos de Estados Unidos, y que ya es parte de la cultura popular de ese país.