ALBUM REVIEW: “Babygirl” (2024) - Cristobal Tapia de Veer

Recently, I had the pleasure of watching A24's most ambitious project, the sensual and exciting dramatic thriller of the season: Babygirl. Soon I will write and publish my review about the movie, but today, I want to talk to you about the instrumental soundtrack of this project, which is an extraordinarily incredible thing in all its aspects. Absolutely each song within the scenes has a special function. Whether to “entertain” or to “hook” the audience (in many different ways), the fact is that this movie’s soundtrack is assertive and fits like a “glove”.

It would not be possible to have created a movie with such great immersive power without having such an incredible instrumental soundtrack working behind the scenes. Every chord, every harmony, every mix of peculiar sound elements, every synthesis (in fact, I need to emphasize here that the use of these synthesizer effects are responsible for creating many impactful moments within the narrative that was constructed)... Everything is very efficient and very well executed. The sound insertions within the movie's events are precisely surgical, increasing the level of tension.

Far beyond the tension, the instrumental soundtrack works as a kind of “guide” to evoke the essences of the scenes in which each song was inserted. No insertion would have been so good if the base material wasn't already great and here, composer Cristobal Tapia de Veer did a phenomenal job. The quality of his work is really well above average, especially when we talk about relatively “independent” movies from producers with even less visibility within the cinema industry (such as A24, which is already “famous”, but still not is “big”).

In isolation, Babygirl's sound material is surreal. However, it manages to gain an even greater and more accentuated relevance (cinematically speaking) because when you watch the movie in its entirety, and listen to the soundtrack, it is as if you were thrown into the chaos that the narrative imposes and created an empathy automatic with the cast (who are somehow suffering with everything that is happening to their respective characters within the plot), whether in their symbolic or ordinary moments, up to their most explosive and sensual moments.

“Embracing” every dramatic and sensual aspect (a very well executed combo within the movie), the soundtrack creates a “smokescreen” that is skillfully used by director Halina Reijn because she knows the power of the music she has in her hands. We are thrown into a whirlwind of emotions that is difficult to control, because we are presented with events that make us reflect through countless layers and the music intensifies everything that is happening around the plot, guiding the audience to different paths than the script leaves it open.

The way the instrumental soundtrack was used in this movie was something that really impressed me, especially because I don't normally write texts about this musical “subtheme”, and if I'm doing this it's because of the excellence in the construction of the material and in its execution within the project. The conception of this entire musical project is very intelligent, clever, daring, provocative and manages to bring good comedic and dramatic touches, with a dark flavor (something that I personally really like, and has already become a striking feature in A24's movies).

A classic example, which proves (for those who still don't believe it) how necessary it really is to have an instrumental soundtrack “guiding” a movie, because when this resource is skillfully used, the result is always something incredible and captivating. Here, everything works extremely well and the quality of the project reaches a new level throughout its projection precisely because sound is a fundamental piece that connects absolutely everything. The tone is characterized as something very peculiar, with touches of cynicism and suspense that I haven't heard in a movie for a long time.

Recientemente tuve el placer de ver el proyecto más ambicioso de A24, el sensual y excitante thriller dramático de la temporada: Babygirl. Próximamente escribiré y publicaré mi reseña sobre la película, pero hoy quiero hablarles de la banda sonora instrumental de este proyecto, que es algo extraordinariamente increíble en todos sus aspectos. Absolutamente cada canción dentro de los escenarios tiene una función especial. Ya sea para “entretener” o para “enganchar” al público (de muchas maneras diferentes), lo cierto es que la banda sonora de esta película es asertiva y encaja como un “guante”.

No sería posible haber creado una película con un poder inmersivo tan grande sin contar con una banda sonora instrumental tan increíble trabajando detrás de escena. Cada acorde, cada armonía, cada mezcla de elementos sonoros peculiares, cada síntesis (de hecho, debo enfatizar aquí que el uso de estos efectos de sintetizador son responsables de crear muchos momentos impactantes dentro de la narrativa que se construyó)... Todo está muy eficiente y muy bien ejecutado. Las inserciones sonoras dentro de los acontecimientos de la película son precisamente quirúrgicas, aumentando el nivel de tensión.

Mucho más allá de la tensión, la banda sonora instrumental funciona como una especie de “guía” para evocar las esencias de las escenas en las que se inserta cada canción. Ninguna inserción hubiera sido tan buena si el material base no fuera ya excelente y aquí el compositor Cristobal Tapia de Veer hizo un trabajo fenomenal. La calidad de su trabajo está realmente muy por encima de la media, especialmente cuando hablamos de películas relativamente “independientes” de productores con aún menos visibilidad dentro de la industria cinematográfica (como A24, que ya es “famosa”, pero todavía no es “grande”).

De forma aislada, el material sonoro de Babygirl es surrealista. Sin embargo, logra ganar una relevancia aún mayor y más acentuada (cinemáticamente hablando) porque cuando ves la película en su totalidad, y escuchas la banda sonora, es como si te arrojaras al caos que impone la narrativa y crearas una empatía automática con el elenco (que de alguna manera está sufriendo con todo lo que les está sucediendo a sus respectivos personajes dentro de la trama), ya sea en sus momentos simbólicos u ordinarios, hasta sus momentos más explosivos y sensuales.

“Abrazando” cada aspecto dramático y sensual (una combinación muy bien ejecutada dentro de la película), la banda sonora crea una “cortina de humo” que la directora Halina Reijn utiliza hábilmente porque conoce el poder de la música que tiene en sus manos. Nos vemos arrojados a un torbellino de emociones difícil de controlar, porque se nos presentan acontecimientos que nos hacen reflexionar a través de innumerables capas y la música intensifica todo lo que sucede alrededor de la trama, guiando al público por caminos diferentes a los que deja el guión. se abre.

La forma en que se utilizó la banda sonora instrumental en esta película fue algo que realmente me impresionó, sobre todo porque normalmente no escribo textos sobre este “subtema” musical, y si lo hago es por la excelencia en la construcción de la material y en su ejecución dentro del proyecto. La concepción de todo este proyecto musical es muy inteligente, ingeniosa, atrevida, provocativa y consigue aportar buenos toques cómicos y dramáticos, con un sabor oscuro (algo que a mí personalmente me gusta mucho, y que ya se ha convertido en un rasgo llamativo en las películas de A24).

Un ejemplo clásico, que demuestra (para quienes todavía no lo creen) lo necesario que es realmente tener una banda sonora instrumental “guiando” una película, porque cuando se utiliza con habilidad este recurso, el resultado siempre es algo increíble y cautivador. Aquí todo funciona extremadamente bien y la calidad del proyecto alcanza un nuevo nivel a lo largo de su proyección precisamente porque el sonido es una pieza fundamental que conecta absolutamente todo. El tono se caracteriza por ser algo muy peculiar, con toques de cinismo y suspense que hacía tiempo que no escuchaba en una película.

Recentemente, eu tive o prazer de assistir ao mais ambicioso projeto da A24, o sensual e excitante suspense dramático da temporada: Babygirl. Em breve eu irei escrever e publicar o meu review sobre o filme, mas hoje, eu quero falar com vocês sobre a trilha sonora instrumental desse projeto que é uma coisa extraordinariamente incrível em todos os seus aspectos. Absolutamente cada música dentro das cenas tem uma função especial. Seja para “entreter” ou para “fisgar” a audiência (das mais diferentes maneiras), o fato é que a trilha sonora desse filme é assertiva e cabe como uma “luva”.

Não seria possível ter criado um filme com um poder de imersão tão grande sem haver uma trilha sonora instrumental tão incrível trabalhando nos “bastidores”. Cada acorde, cada harmonia, cada mistura de elementos sonoros peculiares, cada sintetização (aliás, preciso enfatizar aqui que o uso desses efeitos sintetizadores são responsáveis por criar muitos momentos impactantes dentro da própria narrativa que foi construída)... Tudo é bem eficiente e muito bem executado. As inserções sonoras dentro dos acontecimentos do filme são precisamente cirúrgicas, aumentando o nível da tensão.

Muito além da tensão, a trilha sonora instrumental funciona como uma espécie de “guia” para evocar as essências das cenas nas quais cada música foi inserida. Nenhuma inserção teria sido tão boa se o material base já não fosse ótimo e aqui, o compositor Cristobal Tapia de Veer fez um trabalho fenomenal. A qualidade do trabalho dele é realmente bem acima da média, especialmente quando falamos sobre filmes relativamente “independentes” de produtoras ainda com menos visibilidade dentro da indústria do cinema (como é o caso da A24, que já é “famosa”, mas ainda não é “grande”).

Isoladamente falando, o material sonoro de Babygirl é surreal. No entanto, ele consegue ganhar uma relevância ainda maior e mais acentuada (cinematograficamente falando) porque quando você assiste ao filme por completo, e ouve a trilha sonora, é como se você fosse jogado para dentro do caos que a narrativa impõe e criasse uma empatia automática com o elenco (que de algum jeito está sofrendo com tudo o que está acontecendo com os seus respectivos personagens dentro da trama), seja nos seus momentos simbólicos ou ordinários, até os seus momentos mais explosivos e sensuais.

“Abraçando” cada aspecto dramático e sensual (um combo muito bem executado dentro do filme), a trilha sonora cria uma “cortina de fumaça” que é habilmente aproveitada pela diretora Halina Reijn porque ela sabe o poder da música que ela tem nas suas mãos. Somos jogados dentro de um turbilhão de emoções difícil de ser controlado, porque vamos sendo apresentados a acontecimentos que nos fazem refletir através de inúmeras camadas e a música intensifica tudo o que está acontecendo ao redor da trama, guiando o público para diferentes caminhos que o roteiro deixa em aberto.

O modo como a trilha sonora instrumental foi usada neste filme foi algo que realmente me deixou impressionado, até porque eu normalmente não costumo escrever textos sobre esse “subtema” musical, e se eu estou fazendo isso é por causa da excelência na construção do material e na execução dele dentro do projeto. A concepção de todo esse projeto musical é muito inteligente, sagaz, ousada, provocante e consegue trazer bons toques cômicos e dramáticos, com um tempero dark (algo que particularmente eu gosto muito, e já se tornou uma característica marcante nos filmes da A24).

Um exemplo clássico, que prova (para quem ainda não acredita nisso) o quanto é realmente necessário ter uma trilha sonora instrumental “guiando” um filme, porque quando esse recurso é habilmente utilizado, o resultado isso é sempre algo incrível e cativante. Aqui, tudo funciona extremamente bem e a qualidade do projeto atinge um novo patamar ao longo da sua projeção justamente porque o som é uma peça fundamental que conecta absolutamente tudo. O tom se caracteriza como algo muito peculiar, com toques de cinismo e suspense que eu já não ouvia em filme há muito tempo.