MOVIE REVIEW: “65” (2023)

Synopsis: Due to a tragic accident caused by a meteor shower, an astronaut is forced to crash-land on a mysterious planet and discovers that he is not alone.

The concept of some Science Fiction movies is quite simple. Some plots do not need to be complex at levels considered “extreme” to be seen as interesting material and this movie is a good example of what could have been very good in terms of adventure and action, but due to its problematic narrative and conventions of ideas are too clichéd to be interpreted as a serious argument. Starting from nothing, staying in the same place, and ending up nowhere... This project is really a huge disappointment, from end to end.

Within a narrative that should be exploratory in relation to the place where everything happens, the script explores very little (not to say, practically nothing) of all its creative potential (which exists, but is thrown in the trash). The film's strength was in its simple plot, but the elements surrounding it were great. The mixture of fighting hordes of prehistoric creatures with the search for survival in hostile territory usually works, but here, it has an extremely boring, uninspired approach, and filled with misused clichés in all its executions.

At the beginning, the script even tries to establish a line of events (indirectly) about what will happen, but the predictability of the facts is visible. This cancels out some of the impact that later situations could cause, further damaging what was already being developed in a very sloppy way. In the middle of the plot, the elements are explored without any kind of care (as if they had just been thrown on the screen), minimizing any and all urgency that the quest for survival requires within the territory that is still completely unexplored.

Amidst its fragile narrative, there are only two characters. The astronaut played by Adam Driver and a young girl, played by Ariana Greenblatt. The two deliver highly problematic performances. There is no synergy between its characters (which, by the way, are poorly developed in all aspects), the plot that connects them is simplistic and the bond that is created for them to develop a mutual affection is too forced to be accepted by the public. In other words, two strange characters who become unexpected friends by chance.

While Greenblatt has basically no lines in the entire movie (his character's condition, which does not speak the dominant dialect of human beings), Driver manages to be a little more expressive. However, both tend to be “cast” in the convergence of their actions. This is such a boring thing to watch, that the movie is less than 90 minutes and feels much longer than it actually is. Nothing between them works very well, and the characters' relationship is rather superficial (despite all their dramatic clichés to make it into something more substantial).

By far, this is one of the worst jobs in Driver's career, and possibly in the career of the writing and directing duo of Scott Beck and Bryan Woods. Their work is lazy, messy and lackluster. This is all evidence of how problematic this movie can be and I particularly still cannot understand how Sam Raimi accepted to be one of the producers of this project. There's such a clear obviousness about how bad it is, it's hard to believe that a well-known filmmaker agreed to embark on this adventure that was scheduled to shipwreck.

In favor of the movie, some technical aspects such as really convincing special effects (especially in the third act), most of them being purposely shown during the night to try to cause a surprise and also a higher level of suspense in the public. This works for a while, but then it shows some problems that can be easily seen by the poor finishing using generic technology (but even so, with an interesting looking). All other aspects are pretty bad, or too uninteresting to be mentioned here.

Diving too shallowly into such a captivating theme, 65 proves to be a real disappointment. The exploratory content does not reach satisfactory levels, the action scenes are weak, the narrative is slow and poorly constructed and the main plot urges are solidly underplayed. The script implodes its full potential at the same rate that all prehistoric creatures are destroyed by the meteor shower. If you like Science Fiction, this movie is just a bunch of clichés without any usability in its context.

Sinopsis: Debido a un trágico accidente causado por una lluvia de meteoritos, un astronauta se ve obligado a hacer un aterrizaje forzoso en un planeta misterioso y descubre que no está solo.

El concepto de algunas películas de ciencia ficción es bastante simple. Algunas tramas no necesitan ser complejas en niveles considerados “extremos” para ser vistas como material interesante y esta película es un buen ejemplo de lo que podría haber sido muy bueno en términos de aventura y acción, pero debido a su problemática narrativa y convenciones de las ideas son demasiado cliché para ser interpretadas como un argumento serio. Comenzar de la nada, permanecer en el mismo lugar y terminar en la nada... Este proyecto es realmente una gran decepción, de punta a punta.

Dentro de una narrativa que debería ser exploratoria en relación al lugar donde todo sucede, el guión explora muy poco (por no decir prácticamente nada) de todo su potencial creativo (que existe, pero se tira a la basura). La fuerza de la película estaba en su trama simple, pero los elementos que la rodeaban eran geniales. La mezcla de luchas contra hordas de criaturas prehistóricas con la búsqueda de la supervivencia en territorio hostil suele funcionar, pero aquí tiene un enfoque extremadamente aburrido, sin inspiración y lleno de clichés mal utilizados en todas sus ejecuciones.

Al principio, el guión incluso intenta establecer una línea de eventos (indirectamente) sobre lo que sucederá, pero la previsibilidad de los hechos es visible. Esto anula parte del impacto que podrían causar situaciones posteriores, dañando aún más lo que ya se estaba desarrollando de manera muy descuidada. En medio de la trama, los elementos son explorados sin ningún tipo de cuidado (como si acabaran de ser arrojados a la pantalla), minimizando toda la urgencia que requiere la búsqueda de la supervivencia dentro de un territorio aún completamente inexplorado.

En medio de su frágil narrativa, solo hay dos personajes. El astronauta interpretado por Adam Driver y una niña, interpretada por Ariana Greenblatt. Los dos ofrecen actuaciones muy problemáticas. No hay sinergia entre sus personajes (que, por cierto, están mal desarrollados en todos los aspectos), la trama que los une es simplista y el vínculo que se crea para que desarrollen un afecto mutuo es demasiado forzado para ser aceptado por el público. En otras palabras, dos personajes extraños que se hacen amigos inesperados por casualidad.

Si bien Greenblatt prácticamente no tiene líneas en toda la película (la condición de su personaje, que no habla el dialecto dominante de los seres humanos), Driver logra ser un poco más expresivo. Sin embargo, ambos tienden a ser “moldeados” en la convergencia de sus acciones. Esto es algo tan aburrido de ver, que la película dura menos de 90 minutos y se siente mucho más larga de lo que realmente es. Nada entre ellos funciona muy bien, y la relación de los personajes es más bien superficial (a pesar de todos sus clichés dramáticos para convertirla en algo más sustancial).

De lejos, este es uno de los peores trabajos en la carrera de Driver, y posiblemente en la carrera del dúo de escritores y directores de Scott Beck y Bryan Woods. Su trabajo es perezoso, desordenado y mediocre. Todo esto es evidencia de lo problemática que puede ser esta película y, en particular, todavía no puedo entender cómo Sam Raimi aceptó ser uno de los productores de este proyecto. Hay una obviedad tan clara de lo malo que es, que cuesta creer que un conocido cineasta aceptara embarcarse en esta aventura que estaba programada para naufragar.

A favor de la película, algunos aspectos técnicos como unos efectos especiales realmente convincentes (sobre todo en el tercer acto), la mayoría de ellos proyectados a propósito durante la noche para intentar causar sorpresa y también un mayor nivel de suspenso en el público. Esto funciona por un tiempo, pero luego muestra algunos problemas que pueden verse fácilmente por el pobre acabado usando tecnología genérica (pero aún así, se ve interesante). Todos los demás aspectos son malos, o demasiado poco interesantes para mencionarlos.

Al sumergirse demasiado superficialmente en un tema tan cautivador, 65 resulta ser una verdadera decepción. El contenido exploratorio no alcanza niveles satisfactorios, las escenas de acción son débiles, la narrativa es lenta y mal construida y los impulsos principales de la trama están sólidamente subestimados. El guión implosiona todo su potencial al mismo ritmo que todas las criaturas prehistóricas son destruidas por la lluvia de meteoritos. Si te gusta la ciencia ficción, esta película es solo un montón de clichés sin ninguna usabilidad en su contexto.

Sinopse: Devido a um trágico acidente causado por uma chuva de meteoros, um astronauta é forçado a aterrissar em um planeta misterioso e descobre que não está sozinho.

O conceito de alguns filmes de Ficção Científica é bem simples. Algumas tramas não precisam ter uma complexidade em níveis considerados “extremos” para serem vistos como um material interessante e este filme é um bom exemplo do que poderia ter sido muito bom em termos de aventura e ação, mas à sua narrativa problemática e convenções de ideias são repletas de clichês para serem interpretadas como um argumento sério. Começando do nada, se mantendo no mesmo lugar, e terminando em lugar nenhum... Esse projeto é mesmo uma grande decepção, de uma ponta à outra.

Dentro de uma narrativa que deveria ser exploratória em relação ao lugar onde tudo acontece, o roteiro explora muito pouco (para não dizer, praticamente nada) de todo o seu potencial criativo (que existe, mas é jogado no lixo). A força do filme estava na sua trama simples, mas os elementos que a cercavam eram ótimos. A mistura de lutas contra hordas de criaturas pré-históricas com à busca pela sobrevivência em um território hostil geralmente funciona, mas aqui, tem uma abordagem extremamente chata, sem inspiração, e repleta com clichês mal utilizados em todas às suas execuções.

No início, o roteiro até tenta estabelecer uma linha de acontecimentos (de maneira indireta) sobre o que vai acontecer, mas à previsibilidade dos fatos é visível. Isso anula um pouco do impacto que às situações posteriores poderiam causar, prejudicando ainda mais o que já estava sendo desenvolvido de uma maneira muito desleixada. No meio da trama, os elementos são explorados sem nenhum tipo de cuidado (como se apenas tivessem sido jogados na tela), minimizando toda e qualquer urgência que a busca pela sobrevivência exige dentro do território que ainda é totalmente inexplorado.

Em meio à sua narrativa frágil, há apenas dois personagens. O astronauta interpretado por Adam Driver e uma jovem garota, interpretada por Ariana Greenblatt. Os dois entregam performances altamente problemáticas. Não há sinergia entre os seus personagens (que aliás, são pessimamente desenvolvidos em todos os aspectos), à trama que os conecta é simplória e o laço que é criado para que eles desenvolvam uma afeição mútua é forçado demais para ser aceito pelo público. Em outras palavras, dois personagens estranhos, que se tornam amigos inesperados pela obrigação do acaso.

Enquanto Greenblatt praticamente não tem nenhum fala no filme inteiro (condição do seu personagem, que não fala o dialeto dominante dos seres humanos), Driver consegue ser um pouco mais expressivo. No entanto, dos dois tendem a ser “engessados” na convergência de suas ações. Isso é algo tão chato de ser assistido, que o filme tem menos de 90 minutos e parece ser muito mais longo do que na verdade ele é. Nada entre eles funciona muito bem, e à relação dos personagens é bastante superficial (apesar de todos os seus clichês dramáticos para torná-la em algo mais substancial).

De longe, esse é um dos piores trabalhos na carreira do Driver, e possivelmente na carreira da dupla que escreve e que também dirige o projeto, Scott Beck e Bryan Woods. O trabalho deles é preguiçoso, bagunçado e sem vigor. Isso tudo evidencia o quão problemático este filme consegue ser e eu particularmente ainda não consegui entender como Sam Raimi aceitou ser um dos produtores deste projeto. Há uma obviedade tão clara sobre o quão ruim ele é, que é difícil acreditar que um cineasta conhecido aceitou embarcar nesta aventura que estava com uma data de naufrágio marcada.

A favor do filme, alguns aspectos técnicos como efeitos especiais realmente convincentes (em especial, no terceiro ato), sendo à maior parte deles sendo mostrados propositalmente durante o período da noite para tentar causar uma surpresa e também um nível de suspense maior no público. Isso funciona por um tempo, mas depois evidencia alguns problemas que podem ser facilmente vistos pela finalização precária com uso de tecnologia genérica (mas ainda assim, com aspecto interessante). Todos os demais aspectos são ruins, ou desinteressantes demais para serem mencionados.

Mergulhando de maneira muito rasa dentro de um tema tão cativante, 65: Ameaça Pré-Histórica se mostra como uma verdadeira decepção. O conteúdo exploratório não atinge níveis satisfatório, as cenas de ação são fracas, à narrativa é lenta e mal construída e às principais urgências da trama são subestimadas de maneira sólida. O roteiro implode todo o seu potencial na mesma intensidade em que todas às criaturas pré-histórica são destruídas pela chuva de meteoros. Se você gosta de Ficção Científica, este filme é só um amontado de clichês sem qualquer usabilidade no seu contexto.