MOVIE REVIEW: “Blue Beetle” (2023)

Synopsis: Jaime Reyes is a young Mexican man, recently graduated from university, who returns home and joins his family. Full of dreams under his belt, he plans a better life for everyone, but destiny has a surprise in store for him that he has no idea about.

DC Comics continues to expand its particular comic book universe to the world's cinema screens and this time a Latin superhero is under the focus of this new adaptation, which initially promised to deliver a much more fun and meaningful project than it actually is. (yes, the movie is disappointing in many ways). Even opting for an approach considered “peculiar” in terms of superhero movies (but which failed miserably), DC Comics was quite bold and bet on the “surprise factor” to try to positively surprise fans, but failed.

Bringing part of the roots of the Latin people (in this case, the Mexicans) to the cinema screens, the script consistently tries to make the public buy into the spirit and exaggeratedly comical attitudes of a family with a behavioral content that sometimes sounds like something very inappropriate for living in society in the real world. The impression I had is that most of the protagonist's family is something that only exists in a parallel environment (because nothing justifies so much chaos, and random jokes in practically every scene in which they appear together).

This very peculiar family base ends up being the safe haven of a hero who, in search of his family and professional achievements, will face a true adventure when he “accidentally” becomes the Blue Beetle. After he maintains physical contact with the scarab (which is an ancient relic of alien biotechnology discovered by the plot's villain, Victoria Kord), he discovers that it has become a symbiotic host, and with that, he now has a large arsenal of weapons at his disposal. his willingness to fight evil and defend planet Earth from any and all major threats.

Within this extremely generic context, the only factor that could surprise would be the narrative tone that this approach involving the Latin American culture of Mexicans could bring. However, there is so much noise pollution (bad jokes everywhere) that it always bothers you more than it makes you laugh. In practically every moment nothing that should make you laugh works as it should. Most of the jokes are really bad and there is a use of terrible tone even in the most “reflective” moments of the movie. Contact with Mexican culture is minimal and quite forgettable.

Excluding this flawed cultural aspect, the script tries to find its support within its own narrative that is already very well known to any audience that has watched any other superhero movie. The formula is exactly the same and even the protagonist's own dilemmas are the same as so many others, failing to even try to create something with a more personal identity. Following the traditional linearity of comic books, the beginning, middle and end are very predictable, and despite delivering fun visual entertainment, the essence of the movie disappears.

Full of conventionality, the script creates situations that use and abuse “coincidences” (or just a particular “merit” to try to cause extra laughter in the audience) to explain some situations that happen and that make its characters meet at totally random moments and that don't make any sense when trying to give greater fidelity to the plot itself. This is extremely irritating, because despite sounding quite forced, it also highlights striking continuity errors and extremely lazy and tiring scene editing (removing any and all sense of urgency regarding dangers).

The characters are weak and uninteresting, and even the protagonist suffers from this same problem. However, Xolo Maridueña and Bruna Marquezine worked well together, exuded an interesting chemistry (even as poorly developed characters, as well as the rest of the cast) and managed to “carry” the movie on their shoulders. The point of disappointment in terms of the cast's performance is Susan Sarandon, who is unrecognizably terrible when giving life to a villain who is treated as a “nobody” throughout the entire movie). Over the course of practically two hours, I couldn't understand how even these central characters couldn't have proper development.

The work of director Angel Manuel Soto is well intentioned and it is clear that he was trying to deliver something with a different proposal than what is usual in DC Comics movie, but the result is very shallow and Blue Beetle is quite disposable. Unfortunately, even in aspects such as special effects and soundtrack this project fails. Although there are some cool action scenes, everything is very low-key compared to the entire movie, which doesn't really bring the roots it should to cultivate something more meaningful. The wear and tear within the same formula is quite visible.

Sinopsis: Jaime Reyes es un joven mexicano, recién graduado de la universidad, que regresa a casa y se reúne con su familia. Lleno de sueños en su haber, planea una vida mejor para todos, pero el destino le depara una sorpresa de la que no tiene idea.

DC Comics sigue expandiendo su particular universo del cómic a las pantallas de cine del mundo y en esta ocasión un superhéroe latino está bajo el foco de esta nueva adaptación, que inicialmente prometía entregar un proyecto mucho más divertido y significativo de lo que realmente es (sí, la película es decepcionante en muchos sentidos). Incluso optando por un enfoque considerado “peculiar” en términos de películas de superhéroes (pero que fracasó estrepitosamente), DC Comics fue bastante audaz y apostó por el “factor sorpresa” para intentar sorprender positivamente a los fans, pero fracasó.

Llevando parte de las raíces del pueblo latino (en este caso, los mexicanos) a las pantallas cinematográficas, el guión intenta constantemente hacer que el público compre el espíritu y las actitudes exageradamente cómicas de una familia con un contenido comportamental que a veces suena a algo muy inadecuado para vivir en sociedad en el mundo real. La impresión que tuve es que la mayor parte de la familia del protagonista es algo que sólo existe en un entorno paralelo (porque nada justifica tanto caos y bromas aleatorias en prácticamente todas las escenas en las que aparecen juntos).

Esta base familiar tan peculiar acaba siendo el refugio seguro de un héroe que, en busca de sus logros familiares y profesionales, se enfrentará a una auténtica aventura cuando “accidentalmente” se convierta en el Blue Beetle. Después de mantener contacto físico con el escarabajo (que es una antigua reliquia de biotecnología alienígena descubierta por la villana de la trama, Victoria Kord), descubre que se ha convertido en un anfitrión simbiótico, y con eso, ahora tiene un gran arsenal de armas en su disposición, su voluntad de luchar contra el mal y defender el planeta Tierra de todas y cada una de las amenazas importantes.

En este contexto tan genérico, lo único que podría sorprender sería el tono narrativo que podría aportar este acercamiento a la cultura latinoamericana de los mexicanos. Sin embargo, hay tanta contaminación acústica (chistes malos por todos lados) que siempre molesta más de lo que te hace reír. Prácticamente en cada momento nada que debería hacerte reír funciona como debería. La mayoría de los chistes son realmente malos y se utiliza un tono terrible incluso en los momentos más “reflexivos” de la película. El contacto con la cultura mexicana es mínimo y bastante olvidable.

Excluyendo este aspecto cultural defectuoso, el guión intenta encontrar su apoyo en su propia narrativa, que ya es muy conocida por cualquier público que haya visto cualquier otra película de superhéroes. La fórmula es exactamente la misma e incluso los dilemas del propio protagonista son los mismos que los de tantos otros, sin llegar siquiera a intentar crear algo con una identidad más personal. Siguiendo la linealidad tradicional de los cómics, el principio, el desarrollo y el final son muy predecibles y, a pesar de ofrecer un entretenimiento visual divertido, la esencia de la película desaparece.

Lleno de convencionalismo, el guión crea situaciones que utilizan y abusan de las “coincidencias” (o simplemente de un “mérito” particular para intentar provocar más risas en el público) para explicar algunas situaciones que suceden y que hacen que sus personajes se encuentren en momentos totalmente aleatorios y que no tienen ningún sentido al intentar dar mayor fidelidad a la propia trama. Esto es extremadamente irritante, porque a pesar de que suena bastante forzado, también resalta errores de continuidad sorprendentes y una edición de escenas extremadamente perezosa y agotadora (eliminando cualquier sentido de urgencia con respecto a los peligros).

Los personajes son débiles y poco interesantes, e incluso el protagonista sufre el mismo problema. Sin embargo, Xolo Maridueña y Bruna Marquezine trabajaron bien juntos, destilaron una química interesante (incluso como personajes poco desarrollados, al igual que el resto del elenco) y lograron “llevar” la película sobre sus hombros. El punto de decepción en cuanto a la actuación del reparto es Susan Sarandon, quien se muestra irreconociblemente terrible al dar vida a un villano que es tratado como un “don nadie” durante toda la película). En el transcurso de prácticamente dos horas, no pude entender cómo ni siquiera estos personajes centrales podían tener un desarrollo adecuado.

El trabajo del director Angel Manuel Soto está bien intencionado y se ve que intentaba entregar algo con una propuesta diferente a lo habitual en las películas de DC Comics, pero el resultado es muy superficial y Blue Beetle es bastante descartable. Desafortunadamente, incluso en aspectos como los efectos especiales y la banda sonora, este proyecto fracasa. Aunque hay algunas escenas de acción interesantes, todo es muy discreto en comparación con toda la película, lo que realmente no echa las raíces que debería para cultivar algo más significativo. El desgaste dentro de la misma fórmula es bastante visible.

Sinopse: Jaime Reyes é um jovem mexicano, recém-formado na universidade que volta para à sua casa e para o convívio de sua família. Cheio de sonhos na bagagem, ele planeja uma vida melhor para todos, mas o destino lhe reserva uma surpresa da qual ele não faz a menor ideia.

DC Comics continua a expandir o seu universo particular de quadrinhos para as telas dos cinemas mundiais e desta vez um super-herói latino está sob o foco dessa nova adaptação, que inicialmente prometeu entregar um projeto bem mais divertido e significativo do que na verdade ele é (sim, o filme é decepcionante em muitos aspectos). Mesmo optando por uma abordagem considerada “peculiar” em termos de filmes de super-heróis (mas que falhou miseravelmente), a DC Comics foi bastante ousada e apostou no “fator surpresa” para tentar surpreender positivamente os fãs, mas falhou.

Trazendo uma parte das raízes do povo latino (neste caso, os mexicanos) para às telas dos cinemas, o roteiro tenta de maneira consistente fazer o público comprar o espírito e as atitudes exageradamente cômicas de uma família com teor comportamental que às vezes soa como algo muito inapropriado para uma convivência em sociedade no mundo real. A impressão que eu tive é que a maior parte da família do protagonista é algo que só existe em um ambiente paralelo (porque nada justifica tanto caos, e piadas aleatórias em praticamente todas as cenas que eles aparecem todos juntos).

Essa base familiar bem peculiar acaba sendo o porto seguro de um herói que, em busca de suas realizações familiares e profissionais, irá enfrentar uma verdadeira aventura ao “acidentalmente” se tornar no Besouro Azul. Depois que ele mantém contato físico com o escaravelho (que é uma antiga relíquia de biotecnologia alienígena descoberta pela vilã da trama, Victoria Kord), ele descobre que se tornou um hospedeiro simbiótico, e com isso, agora ele possui um grande arsenal de armas à sua disposição para lutar contra o mal e defender o planeta Terra de toda e qualquer grande ameaça.

Dentro desse contexto extremamente genérico, o único fator que poderia surpreender seria o tom narrativo que essa abordagem envolvendo a cultura latino-americana dos mexicanos poderia trazer. No entanto, há tanta poluição sonora (piadas ruins por todos os lados) que sempre incomoda mais do que faz rir. Em praticamente todos os momentos nada do que deveria fazer rir funciona como deveria. A maioria das piadas é realmente ruim e há uma utilização de péssimo tom até mesmo nos momentos mais “reflexivos” do filme. O contato com cultura mexicana é mínimo e bem esquecível.

Excluindo esse aspecto cultural falho, o roteiro tenta encontrar o seu suporte dentro da sua própria narrativa que já é muito conhecido para qualquer público que já assistiu a qualquer outro filme de super-herói. A fórmula é exatamente à mesma e até mesmo os dilemas do próprio protagonista são iguais a tantos outros, falhando até mesmo em tentar criar algo com uma identidade mais pessoal. Seguindo à linearidade tradicional das estórias em quadrinhos, o início, o meio e o final são bem previsíveis, e apesar de entregar um entretenimento visual divertido, a essência do filme some.

Repleto de convencionalidade, o roteiro cria situações que usam e abusam de “coincidências” (ou apenas um “mérito” particular para tentar causar risos extras no público) para explicar algumas situações que acontecem e que fazem seus personagens se encontrarem em momentos totalmente aleatórios e que não fazem sentido algum ao tentar imprimir uma fidelidade maior à trama em si. Isso é extremamente irritante, porque apesar de soar como algo bastante forçado, evidencia também contundentes erros de continuidade e uma edição de cenas extremamente preguiçosa e cansativa (tirando todo e qualquer senso de urgência em relação aos perigos).

Os personagens são fracos e desinteressantes, e até mesmo o protagonista sofre com desse mesmo mal. No entanto, Xolo Maridueña e Bruna Marquezine funcionaram bem juntos, exalaram uma química interessante (mesmo na pele de personagens tão mal desenvolvidos, assim como todo o restante do elenco) e conseguem “carregar” o filme nas costas. O ponto da decepção em termos de atuação do elenco é a Susan Sarandon, que está irreconhecivelmente péssima ao dar vida à uma vilã que é tratada como uma “ninguém” o filme inteiro). Ao longo de praticamente duas horas, eu não consegui entender como até mesmo esses personagens centrais não conseguiram ter um desenvolvimento apropriado.

O trabalho do diretor Angel Manuel Soto é bem intencionado e percebe-se que ele estava tentando entregar algo com uma proposta diferente do que já é habitual nos filmes da DC Comics, mas o resultado é muito raso e Besouro Azul e é bastante descartável. Infelizmente, até mesmo em aspectos como efeitos especiais e trilha sonora esse projeto falha. Apesar de haver algumas cenas de ação legais, tudo é muito discreto em comparação ao filme inteiro, que realmente não traz as raízes que deveria para cultivar algo mais significativo. O desgaste dentro de uma mesma fórmula está bastante visível.