MOVIE REVIEW: “Narok 6 metre | The Pool” (2018)

Synopsis: When an art director is tasked with cleaning a 20-foot deep swimming pool after filming a new movie, things get out of hand after he falls asleep (from bruising fatigue) on an inflatable raft and, unbelievably, get stuck in that place.

I know very little about Asian cinema (especially Thai cinema), but considering the few movies I've had the opportunity to watch, it wouldn't be an exaggeration to say that they know how to create a thriller by having their own characters as the main attraction. . This project is a good and interesting example of what I'm talking about, because despite all its extremely purposeful conventions for the script to manage to have appropriate relevance. The level of suspense remains high, and it clearly manages to hold the audience's attention.

Set only within a single scenario (a large swimming pool, six meters deep), the script bets on an unlikely situation: trapping the protagonist of the plot in a totally unusual “mortal dome”. It all starts in such an unexpected way, that the impact of all the events that follow can even be seen as absurd (and in fact, some of them really are), but they are all justifiable so that the plot has the necessary weight to stand up and, above all, create a direct connection with your viewers.

Plunging into a series of totally improbable events, the movie has a protagonist who is very unlucky (that's the least that can be said for him, considering all the conventions that are imposed here so that the audience can feel some empathy for him). Sometimes, it all sounds like a big joke (and ironically, this ends up working relatively well throughout the projection), but all the situations are very well thought out. All this to turn a simple swimming pool into a terrifying place, full of suspense... And many times it really works.

In its opening minutes, before everything even reaches an interesting starting point, the shallow character development is extremely superficial. However, everything that is presented about them is enough to show the audience what needs to be shown for what comes next. Basically, the movie bets on just one central character (and a supporting one, which in this case is his good-hearted, euphoric, passionate... but clumsy girlfriend) and that is a very wise decision, considering all the environmental limitations that surround the entire movie takes place.

The duo formed by Theeradej Wongpuapan and Ratnamon Ratchiratham needed a little more charisma for their romance to work, but their “redemption” as a couple (and also as human beings with their own dilemmas) and their personal motivations shown to the throughout the projection manage to compensate for the lack of chemistry that exists between them. The performances are far from good, but they're not that bad either. Centering everything on top of these two elevates the movie to a more interesting level, because everything intensifies more.

There is a succinct presence of some other characters, but they were all used only to pave the way for all situations and their respective “coincidences”. In the midst of so much tension, the characters are subjected to a potentially deadly “game of choices”, because their decisions are responsible for defining their future. This weight has the most impact on the plot, because it is precisely the uncertainty of their survival that makes the movie so attractive. The suspense becomes more intense with the presence of dangerous external elements, and very functional ones.

Fighting for their lives while keeping their cool (and their sanity) strengthens the couple's bond, but increasingly unlikely events put their love to the test. The quest for survival takes place within a static environment, but which is very well used. Both in the upper and lower part of the pool (in this case, in its pipes), the suspense is better developed and deepened to other, more tense levels. Forgetting some more absurd moments (and that make the movie something weaker), things work well.

Looking among the lines, Narok 6 metre | The Pool is a movie that is a little more significant than it manages to let on. Written and directed by Ping Lumpraploeng (who, by the way, does remarkably good work here), this project could serve as the basis for so many other dramatic thrillers. This basically happens because it has iconic elements that can be used (with its obvious modifications) in so many other different types of situations where the main threat of its characters is having to fight for their survival in the midst of calamitous situations.

Sinopsis: Cuando un director de arte tiene la tarea de limpiar una piscina de 20 pies de profundidad después de filmar una nueva película, las cosas se salen de control después de que él se queda dormido (por la fatiga de los moretones) en una balsa inflable e, increíblemente, queda atrapado en ese lugar.

Sé muy poco de cine asiático (sobre todo de cine tailandés), pero teniendo en cuenta las pocas películas que he tenido la oportunidad de ver, no sería exagerado decir que saben crear un thriller teniendo a sus propios personajes como protagonistas. la atracción principal. Este proyecto es un buen e interesante ejemplo de lo que estoy hablando, porque a pesar de todas sus convenciones extremadamente útiles para que el guión logre tener la relevancia adecuada. El nivel de suspenso sigue siendo alto y claramente logra mantener la atención de la audiencia.

Ambientado únicamente en un único escenario (una gran piscina, de seis metros de profundidad), el guión apuesta por una situación improbable: atrapar al protagonista de la trama en una “cúpula mortal” totalmente insólita. Todo empieza de una manera tan inesperada, que el impacto de todos los hechos que siguen puede incluso parecer absurdo (y de hecho, algunos lo son), pero todos justificables para que la trama tenga el peso necesario para levántate y, sobre todo, crea una conexión directa con tus espectadores.

Sumergida en una serie de hechos totalmente improbables, la película tiene un protagonista muy desafortunado (es lo menos que se puede decir de él, considerando todas las convenciones que aquí se imponen para que el espectador sienta cierta empatía por él). A veces, todo parece una gran broma (e irónicamente, esto acaba funcionando relativamente bien durante toda la proyección), pero está todo muy bien pensado. Todo ello para convertir una simple piscina en un lugar terrorífico, lleno de suspenso... Y muchas veces realmente funciona.

En sus primeros minutos, antes de que todo llegue a un punto de partida interesante, el desarrollo superficial del personaje es extremadamente superficial. Sin embargo, todo lo que se presenta sobre ellos es suficiente para mostrarle a la audiencia lo que se necesita mostrar para lo que viene a continuación. Básicamente, la película apuesta por un solo personaje central (y uno secundario, que en este caso es su novia bondadosa, eufórica, apasionada... pero torpe) y esa es una decisión muy acertada, considerando todas las limitaciones ambientales que rodean toda la película tiene lugar.

El dúo formado por Theeradej Wongpuapan y Ratnamon Ratchiratham necesitaba un poco más de carisma para que su romance funcionara, pero su “redención” como pareja (y también como seres humanos con sus propios dilemas) y sus motivaciones personales se muestran a lo largo de la proyección. para compensar la falta de química que existe entre ellos. Las actuaciones están lejos de ser buenas, pero tampoco son tan malas. Centrar todo encima de estos dos eleva la película a un nivel más interesante, porque todo se intensifica más.

Hay una presencia sucinta de algunos otros personajes, pero todos ellos fueron utilizados únicamente para allanar el camino a todas las situaciones y sus respectivas “coincidencias”. En medio de tanta tensión, los personajes se ven sometidos a un “juego de elecciones” potencialmente mortal, pues sus decisiones son las encargadas de definir su futuro. Este peso tiene el mayor impacto en la trama, porque es precisamente la incertidumbre de su supervivencia lo que hace que la película sea tan atractiva. El suspenso se vuelve más intenso con la presencia de elementos externos peligrosos, y muy funcionales.

Luchar por sus vidas mientras mantienen la calma (y la cordura) fortalece el vínculo de la pareja, pero eventos cada vez más improbables ponen a prueba su amor. La búsqueda de la supervivencia se desarrolla en un entorno estático, pero muy bien aprovechado. Tanto en la parte superior como en la inferior de la piscina (en este caso, en sus caños), el suspenso se desarrolla mejor y se profundiza a otros niveles más tensos. Olvidando algunos momentos más absurdos (y que hacen que la película sea algo más floja), las cosas funcionan bien.

Mirando entre líneas, The Pool es una película un poco más significativa de lo que logra dejar entrever. Escrito y dirigido por Ping Lumpraploeng (quien, por cierto, hace un trabajo muy bueno aquí), este proyecto podría servir como base para muchos otros thrillers dramáticos. Esto ocurre básicamente porque cuenta con elementos icónicos que pueden ser utilizados (con sus obvias modificaciones) en tantos otros tipos de situaciones donde la principal amenaza de sus personajes es tener que luchar por su supervivencia en medio de situaciones calamitosas.

Sinopse: Quando um diretor de arte fica responsável por limpar uma piscina com 6 metros de profundidade após as filmagens de um novo filme, as coisas saem do controle após ele adormecer (por causa de uma fadiga contundente) em uma balsa inflável e, inacreditavelmente, ficar preso naquele lugar.

Eu conheço muito pouco sobre o cinema asiático (em especial, sobre o cinema tailandês), mas considerando os poucos filmes que eu já tive a oportunidade de assistir, não seria exagero dizer que eles sabem como criar um suspense tendo atração principal os seus próprios personagens. Este projeto é um bom exemplo bem interessante sobre o que eu estou falando, porque mesmo apesar de todas às suas convenções extremamente propositais para que o roteiro consiga ter uma relevância apropriada. O nível de suspense se mantém alto, e claramente consegue prender à atenção do público.

Ambientado apenas dentro de um único cenário (uma grande piscina, com seis metros de profundidade), o roteiro aposta em uma situação improvável: prender o protagonista da trama em uma “redoma mortal” totalmente inusitada. Tudo começa de uma maneira tão inesperada, que o impacto de todos os acontecimentos que vem a seguir podem até ser vistos como absurdos (e de fato, alguns deles realmente são), mas todos eles são justificáveis para que a trama tenha o peso necessário para se manter de pé e principalmente, criar uma conexão direta com os seus telespectadores.

Mergulhando dentro de uma série de acontecimentos totalmente improváveis, o filme tem um protagonista que é bem azarado (isso é o mínimo que pode ser dito dele, considerando todas as convenções que são impostas aqui para que o público possa sentir alguma empatia por ele). Às vezes, tudo soa como uma grande piada (e ironicamente, isso acaba funcionando relativamente bem ao longo da projeção), mas é todas as situações são muito bem pensadas. Tudo isso para tornar uma simples piscina em local aterrorizante, repleto de suspense... E muitas vezes isso realmente funciona.

Nos seus minutos iniciais, antes mesmo de tudo atingir um interessante ponto de partida, o desenvolvimento raso dos personagens é extremamente superficial. No entanto, tudo o que é apresentado sobre eles é o suficiente para mostrar ao público o que precisa ser mostrado para o que vem a seguir. Basicamente, o filme aposta em apenas um personagem central (e uma coadjuvante, que no caso, é à sua namorada de bom coração, eufórica, apaixonada... mas atrapalhada) e isso é uma decisão bastante acertada, considerando toda as limitações ambientais que cercam todo o filme acontece.

A dupla formada por Theeradej Wongpuapan e Ratnamon Ratchiratham precisava de um pouco mais de carisma para que o romance deles funcionasse, mas a “redenção” deles enquanto casal (e também quanto seres humanos com os seus próprios dilemas) e às suas motivações pessoais mostradas ao longo da projeção conseguem compensar à falta de química que existe entre eles. As atuações estão bem longe de serem boas, mas também, não são tão ruins assim. Centralizar tudo em cima deles dois eleva o filme para um patamar mais interessante, porque tudo se intensifica mais.

Há uma presença sucinta de alguns outros personagens, mas todos eles foram utilizados apenas para pavimentar todas as situações e suas respectivas “coincidências”. No meio de tanta tensão, os personagens são submetidos a um “jogo de escolhas” potencialmente mortais, porque às suas decisões são responsáveis por definir o futuro deles. Esse peso tem à função mais impactante na trama, porque é justamente à incerteza da sobrevivência deles que torna o filme em algo tão atrativo. O suspense se torna mais intenso com à presença de elementos externos perigosos, e bem funcionais.

Lutar pelas próprias vidas enquanto mantém a calma (e também à sanidade mental) fortalece à união do casal, mas os acontecimentos cada vez mais improváveis colocam à prova o amor deles. A busca pela sobrevivência acontece dentro de uma ambientação estática, mas que é muito bem aproveitada. Tanto na parte superior quanto na parte inferior da piscina (neste caso, em suas tubulações), o suspense é melhor desenvolvido e aprofundado a outros níveis mais tensos. Esquecendo de alguns momentos mais absurdos (e que tornam o filme em algo mais fraco), as coisas funcionam bem.

Olhando bem em suas entrelinhas, A Piscina é um filme um pouco mais significativo do que ele consegue transparecer. Escrito e dirigido Ping Lumpraploeng (que aliás, faz um trabalho consideravelmente bom aqui), este projeto pode servir como base para tantos outros filmes de suspenses dramáticos. Isso basicamente acontece porque ele tem elementos icônicos e que podem ser utilizados (com suas evidentes modificações) em tantos outros tipos diferentes de situações onde à principal ameaça dos seus personagens é ter que lutar por suas sobrevivências em meio a situações calamitosas.