MOVIE REVIEW: “The Electric State” (2025)

Synopsis: Michelle is a young teenager who is searching for Christopher, her “missing” brother (who she actually believes is dead after a car accident). In an alternative future where men and robots try to live together peacefully, she needs to make unexpected alliances to discover the truth behind a conspiracy.

Personally speaking, I believe that one of the great advantages of any filmmaker when working with any science fiction script (especially those set within dystopian realities) is the fact that they have the opportunity to explore to the fullest what their minds can offer in terms of imagination to create engaging stories. Although in some cases (such as adaptations of books or video games) there are certain limitations in terms of authorship, it is still possible to be daring in some situations... But this is definitely not the case here.

Using the science fiction book written by Simon Stålenhag as its base material, the movie follows the same literary precepts (at least in theory), but develops its main conflicts very little (and poorly). In the plot, when a community of robots suffers a kind of “coup d’état” that is a maneuver by the current government, they are all sent to a zone known as the “electric state”. Once there, they just wait for the moment to be completely discarded. In the midst of this conflict... A young woman frantically searches for her missing brother.

Although it initially sounds like an apparently “nonsense” idea, the movie’s plot has some very interesting developments that are embraced by ideas that could easily become a reality in the future (which may not be as far away from us as we imagine). Especially when the script flirts with the idea of mixing technology and politics within a conspiratorial network to obtain more money, control and power over an entire nation that seems to be quite alienated (be it a nation driven by the work of human beings or robots).

In fact, the plot never really gets going. All the hints of conflict that the script promises at the beginning tend to be forgotten as the script develops (which is very precarious). The “common thread” that keeps the plot going lies precisely in a young woman who sets off on an unexpected journey with a robot that was “sent” by her missing brother, and a man with no great prospects in life, but who survives by smuggling different types of materials. In their midst... A powerful conspiracy that is hidden, at any and all costs.

Eventually, Michelle and Keats become a duo with common interests, and then need to unite to fight against the real enemy. However, what should have been a minimally interesting duo becomes a boring duo to watch (and considering that they are together on the same journey, everything is even worse because they are together in almost all of their scenes). Kudos to Millie Bobby Brown and Chris Pratt for delivering performances of questionable quality and a lack of smoldering on-screen chemistry (literally, they're two strangers pretending very poorly).

Speaking of the cast, I still wonder what actors like Stanley Tucci and Giancarlo Esposito are doing in this movie. While Tucci plays a ridiculously stupid villain, Esposito gives life to an empty, even forgettable character. Ironically, both of them don't become a complete waste of time because they are really excellent actors. As for the entire supporting cast, no one does anything special (even because they are part of the team of extras who are irrelevant or are doing generic and sometimes caricatured dubbing work even for their robots).

As expected, having a potentially good plot, but which ends up being laughable in its development, the only way out for the brothers Anthony Russo and Joe Russo (well known for having directed some Marvel movies, but who here deliver nothing less than another mediocre work due to its flashy and negatively disconcerting execution) was to intelligently take advantage of the unbelievable budget of US$ 320 million for this production... And guess what, they couldn't even do that right because the movie doesn't have an impressive visual aspect.

The Electric State is an extremely generic (and sometimes quite tiresome) adventure that, despite bringing up good topics to be discussed throughout its projection, completely fails to do what it sets out to do from the beginning. Not even in its strongest point (which would be the technical part), this project manages to stand out. The action scenes, for the most part, are superfluous and lack better creative aspects and better choreography, the photography seems to not even exist, the editing of the scenes has many cheesy moments and the soundtrack sounds like a headache.

Sinopsis: Michelle es una joven adolescente que busca a Christopher, su hermano "desaparecido" (que en realidad cree que está muerto después de un accidente automovilístico). En un futuro alternativo donde hombres y robots intentan convivir pacíficamente, ella necesita hacer alianzas inesperadas para descubrir la verdad detrás de una conspiración.

En particular, creo que una de las grandes ventajas para cualquier cineasta al poder trabajar con cualquier guión de ciencia ficción (especialmente aquellos ambientados en realidades distópicas), es el hecho de tener la oportunidad de explorar al máximo lo que su mente puede ofrecer en términos de imaginación para crear historias atrapantes. Aunque en algunos casos (como la adaptación de libros o videojuegos) existen ciertas limitaciones en materia de derechos de autor, todavía es posible ser audaz en algunas situaciones... Pero este definitivamente no es el caso aquí.

Utilizando como material base el libro de ciencia ficción escrito por Simon Stålenhag, la película sigue los mismos preceptos literarios (al menos en teoría), pero desarrolla muy poco (y mal) sus principales conflictos. En la trama, cuando una comunidad de robots sufre una especie de “golpe de Estado” maniobra del actual gobierno, todos son enviados a una zona conocida como “estado eléctrico”. Una vez allí, sólo esperan el momento para ser completamente descartados. En medio de este conflicto... Una joven busca frenéticamente a su hermano desaparecido.

A pesar de que inicialmente suena como una idea aparentemente “sin sentido”, la trama de la película tiene algunos desarrollos muy interesantes que se ven abrazados por ideas que fácilmente podrían convertirse en realidad en un futuro (que puede que no esté tan lejos de nosotros como imaginamos). En particular, cuando el guion coquetea con la idea de mezclar tecnología y política dentro de una red conspirativa para obtener más dinero, control y poder sobre una nación entera que parece bastante alienada (ya sea una nación impulsada por el trabajo de seres humanos o robots).

De hecho, la trama nunca retoma del todo. Todos los indicios de conflictos que promete el guion al principio suelen ir olvidándose a lo largo del desarrollo del mismo (lo cual es algo muy precario). El “hilo” que mantiene viva la trama reside precisamente en una joven que emprende un viaje inesperado con un robot “enviado” por su hermano desaparecido, y un hombre sin mayores perspectivas de vida, pero que sobrevive contrabandeando distintos tipos de materiales. En medio de ellos... Una poderosa conspiración que se oculta, a cualquier precio.

Con el tiempo, Michelle y Keats se convierten en un dúo con intereses comunes y luego deben unirse para luchar contra el verdadero enemigo. Sin embargo, lo que debería ser un dúo mínimamente interesante se convierte en un dúo aburrido de ver (y teniendo en cuenta que están juntos en el mismo viaje, todo empeora porque están juntos en casi todas sus escenas). Felicitaciones a Millie Bobby Brown y Chris Pratt por ofrecer actuaciones de calidad cuestionable y una falta de química latente en la pantalla (literalmente, son dos extraños que fingen muy mal).

Hablando de casting, todavía me pregunto qué están haciendo actores como Stanley Tucci y Giancarlo Esposito en esta película. Mientras Tucci interpreta a un villano estúpidamente ridículo, Esposito da vida a un personaje vacío, incluso olvidable. Irónicamente, ambos no se convierten en una completa pérdida de tiempo porque en realidad son excelentes actores. En cuanto a todo el reparto secundario, nadie hace gran cosa (porque forman parte del equipo de extras que son irrelevantes o están haciendo trabajos de doblaje genéricos y a veces caricaturizados incluso para sus robots).

Como era de esperar, con una trama potencialmente buena, pero que termina siendo ridícula en su desarrollo, la única solución para los hermanos Anthony Russo y Joe Russo (conocidos por haber dirigido ya algunas películas de Marvel, pero que aquí entregan nada menos que otra obra mediocre a pesar de toda su llamativa y negativamente desconcertante ejecución) fue hacer un uso inteligente del increíble presupuesto de 320 millones de dólares de esta producción... Y adivinen, ni siquiera lograron hacerlo bien porque la película no tiene ninguna apariencia visual. impactante.

Estado eléctricoes una aventura sumamente genérica (y en ocasiones bastante cansina), que a pesar de traer buenos temas a tratar a lo largo de su proyección, no logra en absoluto lo que se propone desde el principio. Ni siquiera en su punto más fuerte (que sería la parte técnica), este proyecto consigue destacar. Las escenas de acción, en su mayor parte, sobran y carecen de mejores aspectos creativos y mejores coreografías, la fotografía parece no existir, el montaje de las escenas tiene muchos momentos cursis y la banda sonora suena como un dolor de cabeza.

Sinopse: Michelle é uma jovem adolescente que está em busca de Christopher, o seu irmão “desaparecido” (que na verdade, ela acredita estar morto após um acidente de carro). Em um futuro alternativo onde homens e robôs tentam conviver pacificamente, ela precisa fazer as alianças inesperadas para descobrir a verdade por trás de uma conspiração.

Particularmente falando, eu acredito que uma das grandes vantagens de qualquer cineasta ao conseguir trabalhar com qualquer roteiro de ficção científica (principalmente aqueles que são ambientados dentro de realidades distópicas), é o fato de ter a oportunidade de explorar ao máximo o que a mente deles pode oferecer em termos de imaginação para criar estórias envolventes. Ainda que em alguns casos (como adaptação de livros ou vídeo games) haja certas limitações em questões autorais, ainda sim, é possível ousar em algumas situações... Mas definitivamente, este não é o caso aqui.

Usando como material base o livro de ficção científica escrito por Simon Stålenhag, o filme segue os mesmos preceitos literários (ao menos em teoria), mas desenvolve muito pouco (e pobremente) os seus principais conflitos. Na trama, quando comunidade de robôs sofre uma espécie de “golpe de estado” que é uma manobra do governo vigente, todos eles são enviados para uma zona conhecida como “estado elétrico”. Uma vez lá, eles apenas aguardam o momento de serem totalmente descartados. No meio desse conflito... Uma jovem busca freneticamente o seu irmão desaparecido.

Apesar de inicialmente soar como uma ideia aparentemente “nonsense”, a trama do filme tem alguns desdobramentos bem interessantes que são abraçados por ideias que podem facilmente se tornar uma realidade num futuro (que talvez não esteja mais tão distante de nós quanto imaginamos). Em especial, quando o roteiro flerta com a ideia de misturar tecnologia e política dentro de uma rede conspiratória para conseguir mais dinheiro, controle e poder sobre toda uma nação que que parece estar bem alienada (seja ela uma nação movida pelo trabalho dos seres humanos ou dos robôs).

De fato, a trama nunca engrena por completo. Todas as insinuações de conflitos que o roteiro promete no início tendem a ser esquecidas ao longo do desenvolvimento do roteiro (que é algo muito precário). O “fio condutor” para manter a trama de pé reside justamente numa jovem que parte em uma viagem inesperada com um robô que foi “enviado” pelo seu irmão desaparecido, e um homem sem maiores perspectivas de vida, mas que sobrevive fazendo contrabando de diferentes tipos de materiais. No meio deles... Uma poderosa conspiração que está escondida, a todo e qualquer custo.

Eventualmente, Michelle e Keats se tornam uma dupla com interesses em comum, e precisam então se unir para lutar contra o verdadeiro inimigo. No entanto, o que deveria ser uma dupla minimamente interessante, se torna uma dupla enfadonha de ser assistida (e considerando que eles estão juntos na mesma jornada, tudo fica ainda pior porque eles estão juntos em quase todas as suas cenas). Parabéns para Millie Bobby Brown e Chris Pratt por oferecem atuações de qualidade questionável e uma falta de química latente na tela (literalmente, eles são dois estranhos fingindo bem mal).

Falando em elenco, eu ainda me pergunto o que atores como Stanley Tucci e Giancarlo Esposito estão fazendo dentro deste filme. Enquanto Tucci interpreta um vilão estupidamente ridículo, Esposito dá vida a um personagem vazio, e até esquecível. Ironicamente, ambos não se tornam uma completa perda de tempo porque eles são realmente excelentes atores. Quanto a todo o elenco de apoio, ninguém faz nada demais (até porque eles fazem parte do time de figurantes que são irrelevantes ou estão fazendo trabalho de dublagem genérico e por vezes caricato até mesmo para seus robôs).

Como já era esperado, tendo uma trama potencialmente boa, mas que acaba sendo risível no seu desenvolvimento, a única saída dos irmãos Anthony Russo e Joe Russo (bastante conhecidos por já terem dirigido alguns filmes da Marvel, mas que aqui não entregam nada menos do que mais um trabalho medíocre por toda sua execução espalhafatosa e negativamente desconcertante) era aproveitar com inteligência o inacreditável orçamento de US$ 320 milhões dessa produção... E adivinhem só, nem isso eles conseguiram fazer direito porque o filme não tem um visual nada impactante.

The Electric State é uma aventura extremamente genérica (e por vezes bastante cansativa), que apesar de trazer bons temas para serem discutidos ao longo da sua projeção, falha por completo em fazer o que se propõe desde o seu início. Nem mesmo no seu ponto mais forte (que seria a parte técnica), esse projeto consegue se destacar. As cenas de ação, em sua grande maioria, são supérfluas e carentes de melhores aspectos criativos e melhores coreografias, a fotografia parece que nem existe, a edição das cenas tem muitos momentos piegas e a trilha sonora soa como uma dor de cabeça.