MOVIE REVIEW: “Time Cut” (2024)

Synopsis: Lucy is a young student who is not popular at her school. One day, she accidentally finds a time machine and travels back to the year 2003 and has in her hands the chance to save her sister, whom she never had the opportunity to meet and spend time with (because at the time, she was murdered by a serial killer).

In any movie genre, the big problem with movies that try to recycle or even copy ideas that have already been used in other movies (often within the same genre) is the decision to do so in the most generic ways possible to the point of becoming almost a total waste of time. This new Netflix production is a very clear example of what I'm saying, because practically nothing here becomes usable on any level.

In the plot, a teenager named Lucy “magically” finds a completely random time machine in an unexpected place. Returning to the year 2003, she discovers that she is reliving a past era (of which she was not a part, obviously) and also discovers that she can save her sister, who was murdered at that time. However, changing what happened in the past can disrupt what will happen in the future. This is the great “dilemma” of the script.

Within a narrative that tries to embrace nostalgia (and here I need to highlight that this is one of the few moments where the script manages to bring something good) with a strong inspiration from the classic slashers of the 80s and 90s, the movie tries to deliver an apparently complex approach (and which in fact had a much more intense potential for development), but which ends up being portrayed as something very simple. This destroys the entire quality of this plot.

On the one hand, the script does its homework by recreating another era with very simple elements (the feeling of nostalgia ends up naturally embracing the audience that lived in that decade) with a certain efficiency, on the other hand, it fails to maintain this idea when it develops its own narrative. The script is very shallow, boring, and fails to delve into any kind of discussion that ends up bringing in additional stories.

Everything manages to get worse and more embarrassing as the script tries to sound like something more serious, but in a totally unexpected way, it also manages to be more captivating as the main sisters learn about their past. Although there is a totally absurd atmosphere in all of this, it is very cool to see how Lucy and Summer complement each other when the script manages to promote greater interaction between them (this is the other good point here).

Madison Bailey and Antonia Gentry definitely don't deliver memorable performances, but what they do here is enough to captivate the audience in their respective roles. The supporting cast is completely disposable (and there are no exceptions here). Overall, there is only the effort of the screenwriters to try to make the audience care about the relationship between the two sisters (which naturally ends up happening because the drama presented has its good points).

However, the movie ends up self-sabotaging itself with its numerous narrative holes and a plot twist that despite being a little "predictable", still manages to be momentarily shocking, but horribly developed to the point of becoming embarrassing (especially when it reaches its nonsensical climax). In other words, the idea here is not the worst, but the way the plot ended up being developed is a "patchwork" that is difficult to sew together.

Time Cut tries to be a funny, cool and even somewhat “shocking” movie, but it fails to work on any of its dualities (not even the main one, which is to alter the past and see how that would affect a situation in the future... which would be something very interesting to see). The work of director Hannah Macpherson (who also helped write this bomb) is confusing and precarious, marking this production as something very forgettable.

Sinopsis: Lucy es una joven estudiante que no es popular en la escuela donde estudia. Un día, accidentalmente, encuentra una máquina del tiempo y viaja al año 2003 y tiene en sus manos la oportunidad de salvar a la hermana que no tuvo la oportunidad de conocer y convivir (porque en ese momento fue asesinada por un asesino en serie).

En cualquier género cinematográfico, el gran problema de las películas que intentan reciclar o incluso copiar ideas que ya han sido utilizadas en otras películas (a menudo dentro del mismo género) es la decisión de hacerlo de la manera más genérica posible hasta el punto de convertirse en casi una pérdida total de tiempo. Esta nueva producción de Netflix es un ejemplo muy claro de lo que digo, porque aquí prácticamente nada se vuelve usable a ningún nivel.

En la trama, una adolescente llamada Lucy encuentra “mágicamente” una máquina del tiempo completamente aleatoria en un lugar inesperado. Volviendo al año 2003, descubre que está reviviendo una época pasada (de la que no formó parte, obviamente) y también descubre que puede salvar a su hermana, quien fue asesinada en ese momento. Sin embargo, cambiar lo que sucedió en el pasado puede alterar lo que sucederá en el futuro. Éste es el gran “dilema” del guión.

Dentro de una narrativa que intenta abrazar la nostalgia (y aquí debo resaltar que este es uno de los pocos momentos donde el guión logra aportar algo bueno) con una fuerte inspiración en los slashers clásicos de los años 80 y 90, la película intenta Ofrecen un enfoque aparentemente complejo (y de hecho tenía un potencial de desarrollo mucho más intenso), pero termina siendo retratado como algo muy simple. Esto destruye toda la calidad de esta trama.

Si por un lado el guión hace sus deberes recreando otra época con elementos muy simples (el sentimiento de nostalgia acaba abrazando de forma natural al público que vivió esa década) con cierta eficacia, por otro lado no logra mantenerse dentro de esta idea cuando mientras desarrollas tu propia narrativa. El guión es muy superficial, aburrido y no logra ahondar en ningún tipo de discusión que acabe aportando historias adicionales.

Todo consigue empeorar y ser más vergonzoso a medida que el guión intenta sonar como algo más serio, pero de una forma totalmente inesperada, también consigue ser más cautivador a medida que las hermanas protagonistas aprenden sobre su pasado. Aunque hay una atmósfera totalmente absurda en todo esto, es realmente genial ver cómo Lucy y Summer se complementan cuando el guión logra promover una mayor interacción entre ellas (ese es el otro punto bueno aquí).

Madison Bailey y Antonia Gentry definitivamente no ofrecen actuaciones memorables, pero lo que hacen aquí es suficiente para cautivar al público en sus respectivos papeles. El elenco de apoyo es completamente desechable (y aquí no hay excepciones). En general, sólo hay un esfuerzo por parte de los guionistas para intentar que el público se preocupe por la relación entre las dos hermanas (lo que naturalmente acaba sucediendo porque el drama presentado tiene sus puntos buenos).

Sin embargo, la película termina autosaboteándose con sus numerosos agujeros narrativos y un giro argumental que a pesar de ser un poco “predecible”, logra resultar momentáneamente impactante, pero horriblemente desarrollado hasta el punto de convertirse en algo embarazoso (sobre todo cuando llega a su punto final nonsense). En otras palabras, la idea aquí no es la peor, pero la forma en que terminó desarrollándose la trama es un “colcha de retazos” difícil de coser.

Corte en el tiempo intenta ser una película divertida, cool y hasta cierto punto “impactante”, pero no consigue trabajar ninguna de sus dualidades (ni siquiera la principal, que es alterar el pasado y ver cómo esto afectaría a una situación en el futuro... lo cual sería algo muy interesante de ver). El trabajo de la directora Hannah Macpherson (quien también ayudó a escribir esta bomba) es confuso y precario, lo que hace que esta producción sea algo muy olvidable.

Sinopse: Lucy é uma jovem estudante que não é popular na escola onde estuda. Um dia, acidentalmente, ela encontra uma máquina do tempo e viaja de volta para o ano de 2003 e tem nas mãos a chance de salvar a irmã com quem ela não teve a oportunidade de conhecer e conviver (porque na época, ela foi assassinada por um serial killer).

Em qualquer gênero cinematográfico, o grande problema dos filmes que tentam reciclar ou até mesmo copiar as ideias que já foram utilizadas em outros filmes (muitas vezes dentro do mesmo gênero) é decisão de fazer isso das maneiras mais genéricas possíveis a ponto de se tornarem quase uma perda de tempo total. Esta nova produção da Netflix é um exemplo muito claro do que eu estou dizendo, porque praticamente nada aqui se torna aproveitável em qualquer nível.

Na trama, uma adolescente chamada Lucy “magicamente” encontra uma máquina do tempo totalmente aleatória em um lugar inesperado. Voltando ao ano de 2003, ela descobre que está revivendo uma época passada (da qual ela não fez parte, obviamente) e descobre também que pode salvar à sua irmã, que foi assassinada naquela época. No entanto, alterar o que aconteceu no passado pode desestruturar o que vai acontecer no futuro. Eis o grande “dilema” do roteiro.

Dentro de uma narrativa que tenta abraçar a nostalgia (e aqui eu preciso destacar que esse é um dos poucos momentos onde o roteiro consegue trazer algo de bom) com uma forte inspiração nos clássicos slashers dos anos 80 e 90, o filme tenta entregar uma abordagem aparentemente complexa (e que de fato tinha um potencial de desenvolvimento muito mais intenso), mas que acaba sendo retratada como algo muito simples. Isso acaba com toda a qualidade dessa trama.

Se por um lado o roteiro faz o dever de casa ao recriar uma outra época com elementos bem simples (o sentimento de nostalgia acaba abraçando naturalmente o público que viveu naquela década) com certa eficiência, por outro lado não consegue se manter dentro dessa ideia quando enquanto desenvolver à sua própria narrativa. O roteiro é muito raso, entediante, e não consegue se aprofundar em nenhum tipo de discussão que acaba trazendo como estórias adicionais.

Tudo consegue ficar pior e mais constrangedor à medida em que o roteiro tenta soar como algo mais sério, mas de um jeito totalmente inesperado, também consegue ser mais cativante à medida em que as irmãs protagonistas conhecem o seu passado. Embora haja uma atmosfera totalmente absurda nisso tudo, é muito legal ver como Lucy e Summer se complementam quando o roteiro consegue promover uma maior interação entre elas (esse é o outro ponto bom aqui).

Madison Bailey e Antonia Gentry definitivamente não entregam performances memoráveis, mas o que elas fazem aqui é o suficiente para cativar o público em seus respectivos papéis. O elenco de apoio é totalmente descartável (e não há exceções aqui). De uma maneira geral, há apenas o esforço dos roteiristas em tentar fazer o público se importar sobre a relação das duas irmãs (o que naturalmente acaba acontecendo porque o drama apresentado tem seus pontos bons).

No entanto, o filme acaba se autossabotando com seus numerosos furos narrativos e um plot twist que apesar de ser um pouco “previsível”, ainda consegue ser momentaneamente chocante, mas horrivelmente desenvolvido a ponto de se tornar algo constrangedor (principalmente quando atinge o seu clímax nonsense). Em outras palavras, a ideia aqui não é das piores, mas o modo como a trama acabou sendo desenvolvida é “colcha de retalhos” difícil de ser costurada.

Corte no Tempo tenta ser um filme engraçado, descolado e até certo ponto “chocante”, mas não consegue trabalhar qualquer uma das suas dualidades (nem mesmo a principal delas, que é alterar o passado e ver como isso afetaria uma situação no futuro... o que seria algo bem interessante de ser visto). O trabalho da diretora Hannah Macpherson (que também ajudou a escrever essa bomba) é confuso e precário, carimbando essa produção como algo muito esquecível.