MOVIE REVIEW: “Your Lucky Day” (2023)

Synopsis: A small convenience store becomes hostile territory for five people, who are trapped inside the same place when a deadly fight for a single lottery ticket (winning US$ 156 million) begins, thus putting the fate of each of them at risk.

They say that money does not bring happiness. I personally disagree with this thought. Although I agree with the fact that money cannot really bring complete happiness, I can’t say the same about how necessary it is for us to have moments of truly incredible happiness. In any case, when the unbridled search for money happens (albeit in a mistaken way, but with good intentions), it is very likely that something bad will become the center of attention, thus creating a whirlwind of worrying consequences.

In the plot of this movie, on Christmas Eve, when a rich, snobbish and prejudiced entrepreneur discovers that he has just won a million-dollar prize through a lottery ticket, he quickly ends up becoming a hostage inside a small convenience store. The occasion made the thief, and a drug dealer with financial problems takes the opportunity to try to steal the winning ticket, but inside the same place are also the owner of the establishment, a couple (with the pregnant woman) and besides them... A police officer who was on patrol.

When an armed conflict takes place inside the store, things start to get out of control and no one is safe with everything that is about to happen. However, it seems that they have found the “perfect way out” when they decide to create a false story about how they got the money. The idea comes from the drug dealer, who proposes to the other hostages that they not tell the truth, and even help him with his plan to hide what happened inside the store in exchange for financial help. Forced into the game, the hostages decide to collaborate, but tension soon takes hold of them all.

Throughout the night, even more unexpected situations occur, forcing this group of random offenders to make decisions that will bring them even more trouble. In the midst of this dilemma, the characters are constantly trapped in their minds because of some moral and ethical dilemmas. There is no one right and no one wrong, all kinds of discernment that should exist are thrown out the window as the pressure for the million-dollar prize invades their minds, making them act like animals in order to get the money. The “winner” will get everything.

However, when the entire initial plan begins to fall apart, each of them finds ways to fight alone in the midst of an even bigger mess (which involves the other side of the law: the police). Unfortunately, from this moment on, every aspect of the script becomes a small mess due to the argumentative decisions that support the narrative. The beginning of the movie is fast, and the plot gets straight to the point (this helps with the dynamism of what is being told), but a sequence of flaws makes the movie lose weight and consistency in its second, and especially third act (which is laughable).

The script sets a big trap for its characters, but once they are in it, they tend not to be well developed (and in fact, some of them are discarded very quickly, weakening the plot even more). Although there is an effort to do this at times (and here it is worth mentioning that the story fosters a very interesting discussion about the irony of seeking money at all costs and having to deal with the consequences of an inhumane game, where ironically there are no winners), the script is escapist and invests in little tension.

The cast does not give any incredible performances (in fact, some are even too caricatured to be considered truthful), but on the other hand, there is no bad acting (which guarantees the partial sustainability of what they want to deliver to the audience). The sides are well defined, and each character defends their “point of view” well on the dilemma involving a millionaire reward, but very much cursed by human greed that leads them to commit acts previously unthinkable. The cat and mouse game between them is constant and has surprising consequences.

Your Lucky Day raises a very important discussion about how far we, as human beings, are willing to go when money speaks louder (even in adverse conditions). Technically, the production is simple, with few settings, but it still manages to surprise at specific moments with some small surprises. Written and directed by Dan Brown (doing a very reasonable double job here), the movie is essentially shallow, but even so, it still manages to be provocative due to its very nature, which is quite conflicting and “plays” with human values.

Sinopsis: Una pequeña tienda de conveniencia se convierte en territorio hostil para cinco personas, quienes quedan atrapadas dentro del mismo lugar cuando comienza una disputa mortal por un único billete de lotería (ganador de 156 millones de dólares), poniendo en riesgo el destino de cada uno de ellos.

Dicen que el dinero no trae la felicidad. Personalmente no estoy de acuerdo con este pensamiento. Aunque estoy de acuerdo en que el dinero realmente no puede traer la felicidad completa, no puedo decir lo mismo de lo necesario que es que tengamos momentos de felicidad realmente increíbles. En cualquier caso, cuando se produce la búsqueda desenfrenada de dinero (aunque de forma equivocada, pero con buenas intenciones), es muy probable que algo malo pase a ser el centro de atención, creando así un torbellino de consecuencias preocupantes.

En la trama de esta película, durante la víspera de Navidad, cuando un empresario rico, snob y prejuicioso descubre que, a través de un billete de lotería, acaba de ganar un premio de un millón de dólares, rápidamente termina convirtiéndose en rehén dentro de una pequeña tienda de conveniencia. La ocasión se la cometió el ladrón, y un narco con problemas económicos aprovecha para intentar robar el billete ganador, pero dentro del mismo lugar aún se encuentra el dueño del establecimiento, una pareja (con una mujer embarazada) y además de ellos… Un policía que estaba haciendo una patrulla.

Cuando estalla un conflicto armado dentro de la tienda, las cosas empiezan a descontrolarse y nadie está a salvo con todo lo que está por suceder. Sin embargo, parece que encontraron la “salida perfecta” cuando deciden crear una historia falsa sobre cómo consiguieron el dinero. La idea surge del narcotraficante, quien propone a los demás rehenes que no digan la verdad, y aun así ayudarlo con su plan de ocultar lo sucedido dentro de la tienda a cambio de ayuda económica. Obligados a jugar, los rehenes deciden colaborar, pero la tensión pronto se apodera de ellos.

A lo largo de la noche, ocurren aún más situaciones inesperadas, lo que obliga a este grupo de delincuentes aleatorios a tomar decisiones que les traerán aún más problemas. En medio de este dilema, los personajes están constantemente atrapados en sus mentes debido a algunos dilemas morales y éticos. No hay nadie acertado ni nadie equivocado, todo tipo de discernimiento que debería existir se tira por la ventana mientras la presión por el premio millonario invade sus mentes, haciéndolos actuar como animales para conseguir el dinero. El “ganador” se lo llevará todo.

Sin embargo, cuando todo el plan inicial comienza a desmoronarse, cada uno de ellos encuentra maneras de luchar solos en medio de un lío aún mayor (que involucra al otro lado de la ley: los agentes de policía). Desafortunadamente, a partir de este momento, todos los aspectos del guión se vuelven un poco desordenados debido a las decisiones argumentativas que sustentan la narrativa. El comienzo de la película es rápido, y la trama va directa al grano (esto ayuda al dinamismo de lo que se cuenta), pero una secuencia de fallos hace que la película pierda peso y consistencia en su segundo, y sobre todo tercer acto (que es un poco ridículo).

El guión prepara una gran trampa para sus personajes, pero una vez dentro de ella, estos no suelen estar bien desarrollados (y de hecho, algunos de ellos son descartados muy rápidamente, debilitando aún más la trama). Aunque hay un esfuerzo por hacer esto en algunos momentos (y aquí vale la pena mencionar que la historia fomenta una discusión muy interesante sobre la ironía de buscar dinero a toda costa y tener que lidiar con las consecuencias de un juego inhumano, donde irónicamente no hay ganadores), el guión es escapista e invierte en un bajo nivel de tensión.

El elenco no ofrece actuaciones increíbles (de hecho, algunas incluso están demasiado caricaturizadas para ser consideradas ciertas), pero por otro lado, no hay malas actuaciones (lo que garantiza la sustentabilidad parcial de lo que quieren entregar al público). Los bandos están bien definidos, y cada personaje defiende bien su “punto de vista” sobre el dilema que supone una recompensa millonaria, pero está muy maldecido por la codicia humana que le lleva a cometer actos antes impensables. El juego del gato y el ratón entre ellos es constante y tiene consecuencias sorprendentes.

Your Lucky Day pone sobre la mesa una discusión muy importante, sobre hasta dónde estamos dispuestos a llegar los seres humanos cuando el dinero cuenta (incluso en condiciones adversas). Técnicamente, la producción es sencilla, con pocos decorados, pero aun así consigue sorprender en momentos puntuales con algunas pequeñas sorpresas. Escrita y dirigida por Dan Brown (haciendo aquí un doble trabajo muy razonable), la película es esencialmente superficial, pero aun así logra ser provocativa debido a su propia naturaleza, que es bastante conflictiva y “juega” con los valores humanos.

Sinopse: Uma pequena loja de conveniências se torna um território hostil para cinco pessoas, que ficam presas dentro do mesmo lugar quando uma disputa mortal por um único bilhete de loteria (premiado com US$ 156 milhões) começa, colocando assim o destino de cada uma delas em risco.

Dizem que o dinheiro não trás felicidade. Eu particularmente discordo desse pensamento. Embora eu concorde com o fato de que dinheiro não consegue realmente trazer uma felicidade plena, não posso afirmar o mesmo sobre o quanto ele é necessário para que nós tenhamos momentos de felicidade realmente incríveis. De qualquer maneira, quando à busca desenfreada por dinheiro acontece (ainda que de maneira equivocada, mas com boas intenções), é bem provável que alguma coisa de ruim se torne o centro das atenções, criando assim, um turbilhão de consequências preocupantes.

Na trama deste filme, durante a véspera de Natal, quando um empreendedor rico, esnobe e preconceituoso descobre que ele, através de um bilhete de loteria, acabou de ganhar um prêmio milionário, rapidamente ele acaba se tornando refém dentro de uma pequena loja de conveniências. A ocasião fez o ladrão, e um traficante de drogas com problemas financeiros aproveita a oportunidade para tentar roubar o bilhete premiado, mas dentro do mesmo lugar estão ainda o dono do estabelecimento, um casal (coma mulher grávida) e além deles... Um policial que estava fazendo uma ronda.

Quando um conflito armado acontece dentro da loja, as começam a sair do controle e ninguém está seguro com tudo o que está prestes a acontecer. No entanto, parece que eles encontraram a “saída perfeita” quando decidem criar uma estória falsa sobre como conseguiram o dinheiro. A ideia vem do traficante, que propõe aos outros reféns que eles não contem a verdade, e ainda o ajudem com o seu plano para ocultar o que aconteceu dentro da loja em troca de uma ajuda financeira. Forçados a entrar no jogo, os reféns decidem colaborar, mas a tensão logo toma conta de todos eles.

Ao longo da noite, situações ainda mais inesperadas acontecem, forçando esse grupo de infratores ao acaso tomarem decisões que irão lhes trazer ainda mais problemas. No meio desse dilema, os personagens são constantemente presos de suas mentes por causa de alguns dilemas morais e éticos. Não existe ninguém certo e ninguém errado, todo tipo de discernimento que deveria existir, é jogado pela janela à medida em que à pressão pelo prêmio milionário invade suas mentes, fazendo com que eles ajam feito animais para conseguir ficar com o dinheiro. O “vencedor” vai ficar com tudo.

No entanto, quando todo o plano inicial começa a desmoronar, cada um deles encontra maneiras de lutar sozinho no meio de uma confusão ainda maior (que envolve o outro da lei: policiais). Infelizmente, a partir deste momento, todos os aspectos do roteiro se tornam uma pequena confusão pelas decisões argumentativas que sustentam a narrativa. O início do filme é rápido, e a trama vai direito ao ponto (isso ajuda no dinamismo do que está sendo contado), mas uma sequência de falhas faz o filme perder peso e consistência no seu segundo, e principalmente terceiro ato (que é risível).

O roteiro prepara uma grande armadilha para os seus personagens, mas uma vez dentro delas, eles não são tendem a ser bem desenvolvidos (e aliás, alguns deles são descartados muito rapidamente, enfraquecendo ainda mais a trama). Embora haja um esforço em fazer isso em alguns momentos (e aqui vale à pena mencionar que a estória fomenta uma discussão bem interessante sobre a ironia de buscar dinheiro a todo custo e ter que lidar com as consequências de um jogo desumano, onde ironicamente não existem vencedores), o roteiro é escapista e investe em pouco nível de tensão.

O elenco não traz nenhuma performance incrível (aliás, algumas são até caricatas demais para serem consideradas de teor verídico), mas em contrapartida, não há nenhuma atuação ruim (o que garante a sustentabilidade parcial do que eles querem entregar ao público). Os lados são bem definidos, e cada personagem defende bem o seu “ponto de vista” sobre o dilema que envolve uma recompensa milionária, mas muito amaldiçoada pela ganância humana que os leva a cometer atos até então impensáveis. O jogo de gato e rato entre eles é constante e tem consequências surpreendentes.

Loteria Fatal joga na mesa uma discussão bastante importante, sobre até onde nós, seres humanos estamos dispostos a ir quando o dinheiro fala mais alto (mesmo em condições adversas). Tecnicamente, a produção é simples, com poucos cenários, mas ainda sim, consegue surpreender em momentos específicos com algumas pequenas surpresas. Escrito e dirigido por Dan Brown (fazendo um trabalho duplo bem razoável aqui), o filme é essencial raso, mas mesmo assim, ainda consegue ser provocativo pela sua própria natureza, que é bastante conflituosa e “brinca” com valores humanos.