Atlanta - Season 4 (2022) review: The black experience.

After several years of absolute absence, the last two seasons of Atlanta premiered just a couple of weeks apart, although in the past the experimental project by Donald Glover and Hiro Murai had repeatedly demonstrated its ability to tell brilliant stories. and isolated in less than half an hour... However, it was evident that a good portion of his fans were not very satisfied with the course of the series, much more anthological and more disconnected from its humble beginnings.

For Glover, from the beginning, Atlanta was nothing more than a toy box where he could execute any idea he came up with, it was a testament not only to African-American surrealism and all the cultural problems surrounding the black population in the states. united, but served as a gimmicky celebration of all the "black aesthetic", music, costumes, language, customs, etc.

Although the anthological elements were appreciated in its third season, it was evident to all the fans that the only way to close this work in style was precisely by reconnecting with its beginnings, following the premise of "Twin Peaks with rappers" that he himself Glover used to describe her.

It's hard to ignore the changes, Atlanta is plagued by a cast that ended up acquiring an impressive level of fame (Ironically, in projects other than this one), so it's appreciated that this latest feature has the logistical capacity to bring them to the fore again. .

Season four manages to balance the lessons learned in the past perfectly, allowing us a brief but powerful glimpse into an expansive universe that feels alien and familiar in almost equal amounts.

Atlanta is a great series, the moments of impact are abundant and humor always knew how to coexist with drama, we will carefully adore its characters and in the future it will remain as a testament to the true possibilities of a medium that each time feels a little more standardized . Defining it as the story of a rapper and his manager in search of success falls short considering that we are facing one of the most powerful pieces that have been created on television. It's strange, but it's worth it.

Source

Todas las imágenes incluidas en este post fueron sacadas directamente desde la serie por mi

Luego de varios años de ausencia absoluta las dos últimas temporadas de Atlanta se estrenaron con tan solo un par de semanas de diferencia, si bien en el pasado el proyecto experimental de Donald Glover y Hiro Murai había demostrado en repetidas ocasiones su capacidad para contar historias brillantes y aisladas en menos de media hora... No obstante, era evidente que una buena porción de su fanaticada no se encontraba muy satisfecho con el curso de la serie, mucho más antológica y más desconectada de sus humildes inicios.

Para Glover, desde el principio, Atlanta no era más que una caja de juguetes en dónde podía ejecutar cualquier idea que se le ocurriera, era un testamento no solo al surrealismo afroamericano y todos los problemas culturales que rodean a la población de color en los estados unidos, sino que servía como una celebración efectista de toda la "black aesthetic", música, vestuario, lenguaje, costumbres, etc.

Aunque los elementos antológicos fueron apreciados en su tercer temporada, para todos los fans era evidente que la única forma de cerrar esta obra por todo lo alto era precisamente reconectando con sus inicios, atendiendo a la premisa de "Twin Peaks con raperos" que el propio Glover utilizó para describirla.

Es difícil ignorar los cambios, Atlanta se encuentra plagado de un cast que terminó adquiriendo un nivel de fama impresionante (Irónicamente, en proyectos distinto a este), así que se agradece que está última función tenga la capacidad logística para ponerlos en primer plana otra vez.

La cuarta temporada logra balancear las lecciones aprendidas en el pasado a la perfección, permitiendonos un vistazo breve pero contundente a un universo expansivo que se siente alienígena y familiar en cantidades casi iguales.

Atlanta es una serie estupenda, los momentos de impacto son abundantes y el humor siempre supo coexistir con el drama, adoraremos atentamente a sus personajes y en el futuro quedará como testamento de las verdades posibilidades de un medio que cada vez se siente un poco más estandarizado. Definirla como la historia de un rapero y su Manager en busca del éxito se queda corto considerando que estamos frente a una de las piezas más poderosas que se han creado en la televisión. Es extraña, pero vale la pena.